1

812 78 7
                                    

Empezar una historia es difícil.

¿Por qué los libros siempre comienzan en un punto aleatorio del tiempo? ¿Lo que sucede en ese momento es realmente relevante, o solo es una mera excusa para presentar a los personajes? ¿Qué ocurre en el caso de que la historia haya comenzado antes de ese punto? ¿Que nuestra historia no comienza cuando nacemos? ¿O antes?

Es difícil determinar en qué momento es oportuno comenzar a contar una historia. Poder decir como autor "Yo decreto que este momento es perfecto" y sostener esa idea hasta el final del libro.

Muchas veces, te arrepientes de ciertas decisiones, como presentar una historia con una situación que se plantea como cotidiana, pero que nunca vuelves a escribir en la historia.

¿Qué los personajes no eran estudiantes? ¿Por qué al tercer capítulo casi nunca van a clase? ¿No van o elipsan las clases porque ningún lector quiere leer sobre como el aburrido profesor explica cosas que no les interesa en lo más mínimo?

Escribir era difícil, pero comenzar a hacerlo, era aún peor.

- Los libros suelen comenzar con un acontecimiento importante para el desarrollo de la trama- había dicho el hombre sentado dándole la espalada a la pizarra- Rara vez verán un libro que comience por el principio- continuó tranquilo- Sino, no tendría sorpresa.

Taehyung cabeceó intentando mantenerse despierto.

Las películas estadounidenses le habían mentido de lo feo con el tema de las universidades ¡Incluso sus propios mayores lo hicieron!

Se suponía que cuando comience a estudiar lo que le apasionaba en la vida, las clases dejarían de ser monótonas y comenzarían a ser entretenidas. Pero no, no era dependiendo de lo que enseñaran, si no, de quién lo haga.

Y el profesor Hong parecía contar cada segundo que quedaba para poder jubilarse, haciendo que Kim casi se desmaye de felicidad cuando la puerta del salón se abrió de par en par.

Por ella, entró Jung Hoseok.

Estudiante de la misma carrera, en su mismo año, con sus mismas clases, casi el mismo número de ligues y de promedio escolar.

Sin embargo, estaba muy lejos de lo posible, decir que eran similares.

Hoseok era el Running back del equipo de fútbol americano. Sonrisa perfecta, cuerpo de infarto, tatuajes sexis, camisas ligeramente ajustadas y unos pantalones que dejaban ver el notorio bulto en la entrepierna bajo ellos.

Por otro lado, Kim Taehyung era el típico chico que se alejaba de todos en los recesos, con un cigarro y actitud de malos amigos. Tal vez no tenía la contextura física de un jugador de fútbol americano, pero sabía que no estaba mal, principalmente porque notaba cómo las chicas apretaban sus muslos cuando lo veían por más de dos segundos.

Sí, tal vez eran muy diferentes a los ojos de la universidad, al punto en que las chicas y los gays habían tomado claro partido por uno de los galanes del lugar, pero en esencia seguían siendo similares.

¿Qué tanta diferencia hay entre un fuck boy como Hoseok y un bad boy como Taehyung?

No mucha, a decir verdad. Ambos usaban sus atractivos personales para conseguir arrastrar a cuantas chicas se le cruce en su camino, a una cama o un baño. Eran astillas de la misma madera, cortes de la misma tijera. Un apodo entre susurros decía que eran hermanos que competían por los ligues, pero aunque haya sido rápidamente desmentido, la etiqueta les quedó.

Sin embargo, había una regla tácita en la universidad que decía que jamás ¡Jamás! Les digas a Jung y a Kim que se parecen.

- Lo siento profesor Hong- se disculpó el azabache de pelo un tanto largo ingresando al salón en busca de un asiento.

The Attraction (Adaptación Hopev/VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora