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Jamás imaginó que su Yoongi llegara a enfermarse, el era tan grande y fuerte, siempre con energías, haciendo ejercicio y siendo tan protector con él

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Jamás imaginó que su Yoongi llegara a enfermarse, el era tan grande y fuerte, siempre con energías, haciendo ejercicio y siendo tan protector con él. Ahora estaba allí en la cama durmiendo tapado hasta el cuello y con las mejillas un poco rojas.

La fiebre había bajado considerablemente y Yoongi estaba tomando lo remedios a la hora gracias a que él estaba ahí para dárselos también. No le gustaba que el motoquero estuviera enfermo, estaba sufriendo y tocía muy fuerte por las noches, se quejada del dolor de garganta y como no podía comer demasiado bien, además del dolor en su nariz por haberse sonado tantas veces. Estaba roja por los bordes y ya de a poco algunos pedazos de piel iban desprendiéndose, por más que Jimin le diera de un confort ultra suave, la blanca piel de su novio se había roto.

Si había algo bueno era que podía disfrutar mucho más tiempo a su lado que otros días. Veían una serie abrazados en la cama y Yoongi le mimaba tanto a pesar de estar enfermo y muy cansado, una de sus manos siempre estaba encima de alguna parte de su cuerpecito para acariciarlo.

Ahora Yoongi estaba durmiendo una siesta luego del almuerzo y Jimin estaba sobre su escritorio trabajando en algunas cosas del taller. Mandando correos y haciendo facturas. Quería terminar pronto para poder ir a la farmacia a comprar algunas otras cosas que Yoongi necesitaba, medicamentos y otro jarabe para la tos.

Estaba tecleando lo más rápido que sus dedos le permitían y cuando terminó de adjuntar el último archivo y puso enviar al correo se estiró feliz en el asiento. Al fin, ahora era el momento de ir a la farmacia y quizás comprar algo salado en el camino. Tenía ganas de comer algo salado, caminar y respirar un poco. Salir si le asustaba, pero no tanto como antes, ahora estaba un poquito mejor.

Tomó su mochila negra buscando algunas cosas para ir a comprar, allí estaba su bolsita de tela. Iría con ella, la amaba, tenía bordado un gatito que se parecía mucho a Yoongi. Se la había regalado Peter. Jimin la cuidaba mucho.

Buscó su billetera entre las cosas que debía llevar, la abrió para ver si tenía dinero en efectivo y si, pero era un billete de poco valor, no le alcanzaría. Miró al costado entre sus tarjetas una tarjeta de crédito negra, con letras plateadas sobre salientes y un chip al costado. Era tan linda y elegante la tarjeta, estaba como nueva.

La sacó y allí estaba el nombre de su hermano sobresaliendo de la tarjeta Park Yoochun, junto con el número y fecha de vencimiento. Hace unos días el vino a verlo mientras Yoongi estaba en cama. Hablaron muchas cosas importantes y entre ellas estaba la de continuar con su tratamiento farmacológico y psicológico. Jimin le prometió que iría, lo haría porque quería estar mejor esta vez. Junto con eso, su hermano le dejó su tarjeta de crédito para lo que necesitara.

Le dijo que pronto le traería una a su hombre, pero que mientras utilice la de él, que no tiene límite y se compre cualquier cosa que necesite o simplemente quiera.

Tímido YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora