8. Una pelea bajo la lluvia

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Capítulo 8

—¿Una conferencia para los estudiantes de la universidad?

—¿No os parece buena idea? —pregunta Miriam, una de las integrantes de Pecezuelos, con una sonrisa en la cara.

—Sí, me encanta, pero... —puntualiza Alicia, la coordinadora principal—. Habría que contactar con diversos profesionales para que participen, así como marcas patrocinadoras. Sería bastante trabajo para el tiempo que tenemos.

—Tienes razón —admite.

—Podríamos empezar por algo más sencillo y dejar esa propuesta para más adelante —interviene Aren—. Solo así podríamos prepararla en condiciones.

—Sí, creo que será lo mejor —establece Alicia dándole la razón.

Todos coincidimos con ella.

—¿Alguna idea más?

—¿Qué os parece un evento social para los estudiantes de la facultad? —propone de nuevo el chico alto con el pelo descolocado—. Como una cena, por ejemplo.

—¿Con qué propósito? —indaga Alicia.

—Que se conozcan y diviertan en grupo —explica ganándose la atención de todos los presentes—. Ganaríamos bastante prestigio haciendo algo así, ya que ninguna facultad propone planes para que  todos los alumnos los disfruten.

—Es... interesante —admite la joven sopesando la propuesta—. ¿Vosotros qué opináis? —se dirige hacia el resto para que aportemos nuestra opinión.

—A mí me parece una buena iniciativa —habla Laura—. Es cierto que sería algo innovador y que los alumnos nos lo agradecerían.

Se escuchan varias opiniones más, pero ninguna contraria o negativa a la mencionada. Todos los miembros de Pecezuelos pensamos que, desgraciadamente, Aren ha hecho un buen punto y su idea puede llevarse a cabo antes de diciembre.

—Después de la cena, podríamos hacer alguna colaboración con alguna discoteca de la zona para otorgar una experiencia completa —plantea Paula abriendo sus grandes ojos verdes—. Los dos saldríamos ganando, ya que la gente que comprase nuestra entrada no haría cola como el resto de la gente, por ejemplo.

—Sí, una colaboración con una discoteca como BeWait sería genial —dice Guille apostando tal vez demasiado alto.

—Y en la cena podríamos ofrecer barra libre, nadie se resiste a una oferta como esa —añade Carlos, otro de los integrantes del grupo.

De este modo todos comienzan a lanzar ideas vacías sobre la supuesta cena. Pero parecen olvidarse de un detalle más importante que los acontecimientos que tengan lugar en ella: el sitio en el que se desarrollen. Nadie ha pensado en que necesitamos un local para que todo esto pueda llevarse a cabo.

Dudo antes de hablar, pero si quiero formar parte de un comité y que mi opinión cuente, tengo que comerme el miedo y elevar mi voz.

—Creo que nos estamos olvidando de algo importante debido a la emoción del momento —capto la atención de los presentes al instante, ya que no había abierto la boca hasta ahora—. Tenemos que encontrar un local que se ajuste a nuestras necesidades y presupuesto, y no creo que sea fácil conseguirlo.

Alicia se da una palmada en la cara, dándose cuenta de que ha dejado escapar algo tan obvio y esencial como la ubicación de los acontecimientos.

También percibo que Aren me está observando desde el otro lado de la mesa con una mirada extraña tras mi intervención, pero decido ignorarla y seguir hablando.

Cambio de aires | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora