Unexpected find

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Escapar de sus vidas por un fin de semana parecía ser la mejor y única opción para Yoongi y Jimin.

El peso innecesario que habían cargado sobre sus hombros a tan corta edad los había orillado a desaparecer de sus puestos aunque sólo sea momentáneamente.

Para Park esa mochila pesada en su espalda era su madre, que no paraba de presionarlo para satisfacer sus insanos deseos de superar a su hermana. Si el hijo de su hermana ganaba un trofeo, Jimin debía ganar dos. Si el hijo de su hermana obtenía notas perfectas, Jimin debía encontrar la manera de sobrepasarlo sea como sea. Esta injusta competencia por convertir a su hijo en un once — comparado al diez que tenía su hermana — llegó hasta el día de hoy, en el que su sobrino había conseguido un trabajo en Jeon Corporations. ¡Pero para Park Taeyeon su primogénito no iba a ser menos bajo ningún aspecto!

Claro que no, jamás mientras aún respire.

Desde aquella infortunada noticia no ha perdido un mísero segundo para bombardear a su hijo con sus caprichos.

— Jimin, deberías aplicar para Hope Inc. o quizá a la empresa de los hermanos Kim... He oído de muy buena fuente que su última publicista fue despedida. Es tu oportunidad...

En realidad era la oportunidad de Taeyeon de echarle en cara Haeyeon que su hijo siempre iba a ser más exitoso que el suyo, y que por lo tanto ella era una mejor madre.

Una madre tan ejemplar que había llevado a su hijo al borde de sus nervios en un poco admirable tiempo récord, acciones que lo condujeron a llenar una pequeña valija con algunas pertenencias y a rogarle a su mejor amigo Wonho que le prestase dinero para un pasaje al primer destino disponible.

Para Yoongi todo comenzó con su enfermo padre.

Min Kibum estuvo treinta y siete largos años a cargo de Min Corporations, siendo un ejemplo intachable para su hijo mayor. Todo indicaba que Yoongi tomaría el mando a sus treinta años, luego de culminar sus estudios y habiendo pasado al menos cinco años como mano derecha de su padre, pero las circunstancias habían cambiado el rumbo de sus destinos.

La enfermedad que los médicos de Kibum habían detectado avanzaba a pasos agigantados y su tratamiento le impedía seguir desempeñando su labor como CEO. Yoongi tenía que heredar las riendas de la empresa al menos tres o cuatro años antes de lo esperado y eso lo estaba afectando.

Su familia y sobre todo su padre esperaban que él los enorgulleciera, habían depositado una confianza que creía francamente sin fundamento. ¿Y si cometía algún error? Sólo era un recién graduado de la universidad sin ninguna idea sobre cómo navegar un barco tan grande como el Titanic.

¿Cómo miraría a su padre luego de perder su confianza?

— Soyeon, si no me voy unos días voy a explotar... — le dijo a su amiga. — Si preguntan por mí sólo diles que no tienes idea...

No era correcto — no era lo que el primogénito de Min Kibum haría — pero era exactamente lo que necesitaba hacer: dejar de ser por unos días el hijo del que se esperaba lo mejor.

Para ambos jóvenes un pasaje a París se asemejaba a colocar una simple curita sobre una gran herida. No iba a resolver demasiado pero iba a darles la momentánea ilusión de poseer control sobre sus vidas. Nada iba a dañar sus ausencias, tal y como creían.

Sin embargo, aquél trayecto a Francia cambiaría mucho más de lo que pensaban. No por nada París fue catalogada como la ciudad del amor, ¿no?

✈️

Jimin siempre había soñado visitar París, por eso no se quejó cuando se enteró que el primer vuelo disponible era a la ciudad del amor. Podría ser un romántico empedernido y sin remedio, pero aquél lugar tenía en las películas la magia que algún día quisiera experimentar.

Serendipia [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora