Oportunidad [Viego x Akshan]

Capítulo Único.

Aún recordaba aquella desesperación en esos actos codiciosos, incluso en su voz y en esos ojos oscuros e intensos se podía ver aquel sentimiento, parecía que se podía palpar todo lo que ese ser mostraba. Ese hombre lleno de ruina en su camino por todo el sentir de su interior se veía completamente miserable y, a la vez, tan aliviado y temeroso por los gestos de aquella mujer fantasma. Pero él la había ayudado y a la vez arruinando los planes de aquel Rey. Pudo ver esos ojos desesperados, escuchar el estruendoso grito llamando a su amada. Fue algo doloroso de ver y escuchar apesar de no aparentar eso.

Gracias a que aún recordaba tan vividamente los hechos pensaba que todo había pasado hace solo un día, sin embargo no era de tal manera ya que habían pasado meses de todo eso, calculaba que casi un año de la ruina. La viva imagen de ese día, del hombre que era apodado "El Rey arruinado", seguía incrustada en su mente apesar del tiempo y, por alguna extraña razón, en todo este tiempo lo buscaba. Buscó en muchas bibliotecas y en lugares de los centinelas aquella información que necesitaba; información sobre Viego y su reino.

Cuando encontró todo al respecto fue en su busqueda, obviamente trató de ser alguien sigiloso con todas sus acciones para que nadie se fijara lo que buscaba o a quién. Él, cada vez que recordaba a Viego, se recordaba a si mismo cuando él intentaba encontrar a la persona o criatura que asesino a su maestra para revivirla con su arma.

Tardó un tiempo, unas semanas para ser más específicos, en encontrar el lugar en donde había, supuestamente, sido vencido el rey que fue devastado por un intenso amor. Piso las tierras de Camavor por primera vez, nunca había visitado tan al este de Runaterra, sin embargo fue algo que tuvo que investigar para no acabar en una mala situación. Sacó un mapa antiguo de su mochila, era un mapa viejo del país y le servía de gran manera para no perderse.

Empezó su caminata siendo guiado por aquel papel viejo, tratando de evitar algún accidente por estar pendiente en el mapa. De vez en cuando tropezaba con piedras o algunas que otras enredaderas que estaban en el suelo. Llegó en un punto en donde en su camino podía verse un especie de sendero apenas visible gracias a toda la maleza y flores, se notaba bastante que hace años nadie pasaba y que la naturaleza tomo completamente la zona, era bastante obvio que eso hubiera pasado.

Pasaron algunas horas y al fin encontró las ruinas que había visto en aquel día tan ajetreado y que vivía en sus pensamientos. Guardo el mapa en su mochila y empezó a buscar en el lugar, teniendo cuidado con los grandes trozos de concreto y plantas, todo era tan conocido acorde seguía avanzando por el lugar. Dentro de algunos minutos había encontrado lo que él buscaba desde hace bastante tiempo; Viego. Viego estaba petrificado en aquella prisión de magia proveniente de la costurera, trago en seco y se acercó más a aquel hombre.

Ya lo suficientemente cerca, en otras palabras al frente de él, pudo verlo mucho mejor que anteriormente. Notó sus facciones masculinas, hermoso y desesperado, algo que eperaba ver, aunque se sorprendió de si mismo cuando pensó que él se veía "hermoso" pero después desechó esa sorpresa, ahora estaba más pendiente en lo que haría, en sus propias acciones. Desde que empezó su busqueda por Viego meses después de que brindara su ayuda a los demás centinelas para vencerlo, sentía muy de vez en cuando la necesidad de darle una oportunidad más a aquel hombre caído en la Ruina, por esa misma razón hizo todo un viaje para llegar a estas tierras abandonadas.

Se sentó frente a él para así descansar el ajetreado viaje y para comer algo de fruta limpia que tenía en su mochila, tenía hambre y la verdad necesitaba un poco de descanso luego de tanto rato. Dejó sus cosas a un lado con cuidado para así no dañar la mochila ni a la debil estructura que estaba al lado suyo. Suspiró satisfecho luego de comer. ¿Estaba seguro de liberar a Viego y probablemente causar algún desastre que recurriria a juntar a los centinelas otra vez y por último ser juzgado por ellos mismos gracias a sus irresponsables acciones? La respuesta era clara, no estaba seguro.