La llegada

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−Mamá!! Izan está afuera, ya nos vamos− grito y comienzo a bajar las escaleras arrastrando la maleta.

Soy Isabelle Torres y voy al HSF, Hospital Psiquiátrico Florián, un hospital privado para enfermos mentales que queda a cinco horas de mi ciudad, haré mi pasantía como psiquiatra ahí por un año, aunque luego me gustaría terminar trabajando en el mismo centro.

−Todavía no te haz ido y ya te extraño.

−Vendré en todas mis vacaciones, no es para tanto− se que separarnos va a ser duro porque siempre hemos sido solo nosotras dos, mi padre murió en un accidente de tránsito cuando yo tenía seis años y desde entonces veo a mi madre como esa parte especial que me aferra a la vida.

−Aún así hija, nunca nos separamos− dice mientras me ayuda con la maleta.

−Trata de buscarte un novio que te haga compañía, eres joven, bonita y muy sexy− acomodo la mochila en mi hombro.

−Que cosas dices!

−Qué! es cierto!− claro que es  cierto, mi madre tiene apenas 41 años y tiene mejor figura que yo con mis 24.

Cuando salimos al patio vemos a Izan recostado aun costado de su carro y se nos acerca para meter mis cosas al maletero.

−Todavía no comprendo por que lo compraste de ese color− le digo refiriéndome al coche −cada vez que veo esa pintura color chocolate me enojo de la nada−

−A mi tampoco me gusta− mi madre me apoya.

−Haberlo comprado ustedes− sale en su defensa.

Nos reímos de el.

−No se metan con el coche que apenas pude comprar.

−Al menos va bien, tranquilo bro− Izan es mi amigo desde la preparatoria, congeniamos de una porque a los dos nos apasionaba la psiquiatría, lo compleja y profunda que es la mente humana. Izan es un chico inigualable, tiene un gran corazón, es chistoso y  muy guapo pero como es guapo también tenia que ser un mujeriego.

−Y muy bien, ya vámonos que llegaremos tarde para la reunión.

Nos despedimos de mi madre y emprendimos nuestro largo camino a la gran aventura que nos esperaba.


...


Después de cinco largas horas por fin estábamos entrando al terreno privado del hospital, queda en un lugar super apartado de la recta carretera. El hospital es propiedad de una privilegiada familia, los Florián, fue fundado por el abuelo del actual director hace mas de setenta años, Eduardo Florián fue un psiquiatra y político muy reconocido en sus tiempos y sus hijos le han seguido los pasos, en la psiquiatría y también en la política.

−Mira este lugar!− Exclama Izan, es enorme... wow!

−Si que lo es− concuerdo

El conduce hasta el parqueo del personal y estaciona el coche, nos desmontamos.

−Me han dicho que el director de este lugar es muy estricto, que parece un malvado villano de película− murmuro mientras observo el gran plantel pintado de blanco que a pesar de estar tan apartado no tiene la pinta siniestra que tienen esos hospitales mentales en las películas de terror, mas bien se ve elegante y cómodo.

−Saúl Florián? He escuchado lo mismo, pero no creo que sea para tanto, seguramente se preocupa mucho por el renombre del hospital .

−Y ahora que?

El antídoto de mí locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora