Lunam perdidit lucem

Parte 1 Et reditus a mortuis amorem.

"Tan despiadados sin compasión me olvidaste en un rincón, lo cierto es que ahora no sé quién soy decía mi autopsia, me envenenaste el corazón". (Bailarina de papel, grupo Maquiavelia)

Observaba distraídamente por la ventana del aula escolar, parecía que el cansancio de todo un semestre finalmente caía de forma pesada en todo su cuerpo pero al menos tenía el consuelo que ese era el último día escolar puesto que las vacaciones de verano iniciarían, el pueblo Domus en donde él vivía siempre fue tranquilo muchos dirían que incluso llego a ser un poco monótono y aburrido.

Kellan pensó que serían otras vacaciones de verano normales y comunes en las cuales se divertiría con sus amigos antes de volver a su aburrida vida universitaria, él puede decir que tenía prácticamente su verano planeado pero por alguna razón esa misma mañana despertó con una extraña sensación en el pecho podía decir que era una especie de presentimiento pero él se preguntaba si era algo bueno o malo, aun así intento no darle mucha importancia y seguir su día como cualquier otro con la diferencia que se sentía algo ansioso.

El sonido estruendoso de la voz de su profesor que daba la despedida a todos los alumnos mientras les deseaba un buen verano lo saco de sus pensamientos, de forma rápida guardo sus cosas y se apresuró a salir para reunirse con sus amigos, en su prisa no noto a uno de sus compañeros de salón por lo que inevitablemente termino chocando con él.

— ¡Fíjate por donde vas! — sin duda el tono de voz del joven frente a él sonaba irritado.

— ¿Acaso había alguien aparte de mí que valiera la pena ver? — contesto con la sonrisa más presuntuosa que tenía.

Tal vez su tono de voz salió más arrogante de lo que debería ser pero realmente tenía prisa y él sujeto frente suyo siempre lograba sacar lo peor de su ser.

— ¡Maldito estúpido!— exclamo de forma iracunda mientras daba la vuelta para irse— ¡Me largo! No deseo que me contagies tu idiotez.

— ¡El único idiota aquí eres tu Damián!

Ya no obtuvo contestación alguna lo cual lo hizo resoplar de frustración sin duda tratar con Damián Woodward siempre lo pondría de mal humor pero no dejaría que el inicio de sus esperadas vacaciones se viera arruinado por alguien como ese sujeto.

Kellan respiro profundamente y retomo su camino para emprender la búsqueda de su grupo de amigos, no tardó mucho en encontrarlos justo en la salida de la universidad por lo que de manera tranquila fue junto a ellos.

— ¡Hola Kellan! — saludaba alegremente Lira una de sus mejores amigas.

— Lira por favor no hagas escándalo. — esa sin duda era Ágata su otra mejor amiga y tal vez si todo salía bien su próxima novia.

— Lo siento Ágata— era la respuesta de Lira aunque sin duda no lo sentía ni en lo más mínimo.

—Chicas tranquilas, no inicien una de sus discusiones por favor mejor disfrutemos del nuestra breve libertad— ese era Tom la voz de la razón de nuestro pequeño grupo de amigos.

— Hola Lira— le devolvía el saludo mientras le sonreía— ¿Cómo están todos?

— Pues aquí esperándote hermano, tardaste demasiado.

— Tom tiene razón ¿tuviste algún problema Kellan? — los hermosos ojos cafés de Ágata lo miraban con cierta preocupación.

—Nada importante Ága, solo que choque con el idiota de Damián cuando salía del salón y pues ya saben— apretaba los puños por la ira que provocaba ese chico.