Cuando el infierno se hace presente en la tierra y sus demonios toman formas humanas, la sangre y el terror se vuelven mas que presentes. Despues de un accidente automovilístico bajo la luna en medio de un bosque, John se embarcara en un viaje atrav...
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La luna se posaba sobre una larga carretera que se perdia en la distancia creando un pasillo entre un robusto y infinito bosque que al ver al horizonte parecia no tener un final. En aquella oscuridad que azotaba la carretera, dos luces en movimiento se empezaban asomar desde la distancia. Su resplador brillaba con intensidad y se hacia cada vez mas grande a medida que se acercaba, producto de un auto moderno de cuatro puertas color gris que se desplazaba a una velocidad que no sobrepasaba el limite de algunos carteles que yacian estacionados al lado de la carretera de modo que sea visible para los autos que pasan.
Tres individuos eran los que habitaban aquel auto. En la que el conductor, John Harrison un chico de 18 años de gran altura, complexion atletica y cabello corto portaba una sudadera roja con el logo de Flash en medio con una camiseta negra por dentro. Pantalones mezclilla negros y converse de color negro con blanco. Los otros dos pasajeros que iban en los asientos traseros, eran dos niños de 9 años, Eddy Harrison y Harry Harrison. Siendo Eddy a diferencia de Harry, un niño rubio con cabello corto castaño y cachetes redondos que sobresalian. Mientras que Harry era mas morenito, con cabello negro rizado y largo. Ambos portaban camisa roja de cuadros, con pantalones jeans y tenis jordans. La sangre era la que relacionaba a los 3 entre si.
John sostenia el volante con destreza manteniendo el auto por el camino sin desviarse, pero una de sus manos estaba ocupada sosteniendo un telefono aferrandolo a su oído al estar en una llamada. Donde estaria recibiendo las preocupaciones de su madre, pues era la primera vez que él llevaba a sus hermanitos tan tarde a la casa de sus abuelos.
- Si, lo se mamá... si estan durmiendo llegaremos al amenecer tranquila... si el tanque de gas esta lleno.
John responderia a cada una de las preguntas de su madre con suma calma, pues estaba seguro de que el viaje seria de lo mas tranquilo. Pues incluso sus hermanitos, estaban totalmente rendidos en los asientos de atras haciendo que el viaje sea aun mas silencioso y calmado. Una vez la llamada se habia extendido lo suficiente para ser finalizada, se despediria de su madre con un.
- Si, te quiero mamá en cuanto llegemos te llamare. Nos vemos.
Una vez aquella despedida se habia consebido, John pondria su celular en la apertura del portavasos justo en medio del asiento del copiloto y el conductor. Su mirada por un breve momento se reflejo en el retrovisor, donde revisaba a sus hermanos quienes yacian durmiendo placidamente. Formaria una leve sonrisa fugaz y volveria su mirada hacia el frente, observando solo las arboledas pasar a medida que el vehículo avanza a velocidad atravez de la carretera. Paciendo que el paisaje se repetia en bucle.
Su rostro era centrado en el camino, sin mucho que pensar mas que sus inseguridades sobre su cambio de universidad que se aproxima asi como tambien aquellas dudas sobre sus estudios lo invaden. Aun sin encontrar aquella pasion en algo especifico a lo que dedicarse por el resto de su vida, aquella inconformidad lo perseguia aun en aquella vacía carretera. Lentamente sus pensamientos empezaban a ser mas y mas inmersivos arrastrandolo a un mundo subconsciente, arrebatando su concentracion de la carretera como si cuerpo se pusiera en modo automatico. Su mirada ahora yacia perdida como si estuviese mirando a la nada u incluso algo mas alla, pero algo lo haria reaccionar. La silueta de una persona, se atraviesaria de golpe en el camino provocando que John reaccionase de forma repentina tratando desviar el auto.
