Prólogo

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Corro y corro pero mis pies no dan más, se que todavía sigue ahí se que todavía me persigue, pase lo que pase no me voy a detener jamás.

¿Oyen eso? es un silbido, el silbido que se escucha cuando está a punto de atrapar a su presa y lo peor es que está más cerca de lo que esperaba.

Corre Gaia, sigue corriendo y no mires atrás, me repetía mentalmente.

Las ramas crujen bajo mis pies adoloridos, y este vestido tan pesado me dificulta mucho la huida, en medio de la profunda oscuridad no veo una raíz sobresaliente y tropiezo con ella.

Me hubiese encantado levantarme y seguir corriendo, me hubiese encantado seguir luchando por mi vida, pero ya es muy tarde, me incorporo boca arriba, todo me da vueltas mientras veo su sombra acercándose hacia mi.

-Te encontré- exclama con una sonrisa burlona.

Después de eso no recuerdo más, solo se que caí en una profunda oscuridad y desperté en otro lugar con todos los recuerdos borrados.

Te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora