El día en la academia kamome transcurrió como cualquier otro, las clases de Minamoto Kou y Yashiro Nene habían finalizado con "normalidad" y se dirigieron hacia el baño de chicas para comenzar con su labor de limpieza, sin embargo estaban justo a la mitad de su jornada laboral cuando el espectro llamado Hanako anunció que tenía antojo de donas, haciendo hincapié en que "No había nada más importante para él que probar donas".
Era notable que se estaba convirtiendo en costumbre este tipo de peticiones donde Hanako solicitaba a Kou y a Nene que hicieran donas para él, sobre todo la actitud del rubio y de la albina de mimar al pequeño espectro accediendo a sus deseos fácilmente, más aún cuando el azabache utilizaba como manipulación el hecho de sólo poder tener tan siquiera ese derecho en el estado que se encontraba (o sea muerto).
Kou detuvo su labor y Nene tomó el lugar de ambos, había decidido quedarse continuando limpiando los baños porque claramente no era buena cocinando y concluyó que Kou lo haría más rápido sin tener que detenerse por momentos para echar un vistazo asegurándose que ella realizara correctamente los procesos de preparación ya que para suerte de ambos, Minamoto poseía el atributo de tener la grata experiencia en cocinar y era un rasgo por lo cual las personas lo elogiaban al conquistar sus estómagos con sus deliciosos platillos.
Claro, por supuesto que para el caso de Hanako tampoco era una excepción.
Las donas hechas por ese chico, las adoraba y en secreto, también al cocinero.
….
Pasaron algunos minutos desde que el espectro y el joven Minamoto partieron al salón de cocina, hubo un momento en el que cuando el rubio se encontraba mezclando los ingredientes Hanako comentó de la nada:
— ¿Sabes niño? La persona con la que decidas tener un futuro será tan afortunada, podrás hacerle donas cuando quiera para siempre — Comentó observando como las manos del ojiazul mezclaban los ingredientes hasta poco a poco volverse en una masa homogénea dentro de un bowl, sus ojitos color ámbar brillaban, incluso hablaban por él.
Su perdición eran las donas.
Y ante el comentario del más bajo, Kou soltó una risita antes de mencionar:
— ¿Olvidas que siempre te hago donas cuando quieres? Cocinaría para cualquiera que me lo pidiera.
— Mmm… Ciertooo, cocinas donas para mí cuando quiero, de algún modo es justo lo que haría un esposo por su pareja ¿No? Lo que te convertiría en uno, además tus donas son las más deliciosas del mundo, no quiero otras que no sean las tuyas — Canturreó con algo revolviéndole el pecho y apoyó su barbilla en la palma de su mano dispuesto a esperar la reacción del rubio.
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Besos Sabor A Donas | HanaKou
Fanfiction¿Existen los besos sabor a donas? Kou mantiene esa duda. Hanako no perderá ninguna oportunidad para resolverla. Y no hay mejor manera para resolverla que ambos lo prueben. © Los personajes mencionados en esta obra pertenecen a AidaIro.