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Kacielily
Palabras: 2458
Tokyo Revengers — Playa

Kazutora siempre se ha considerado solitario, nunca encuentra la paz estando en grupos grandes , ya que la ansiedad de ser traicionado sigue recordándole incontables veces que no puede confiar en nadie a su alrededor, sofocándolo mientras trata de abrir su corazón a personas que le han demostrado cariño sincero .

Entre ellas se encuentra aquel pelinegro que sigue estando a su lado a pesar de todos los pecados que ha cometido , recordándole con una preciosa sonrisa que nunca lo ha culpado por manipularlo , ese chico que daría su vida por sus amigos es el dueño del corazón de Hanemiya .

El único que consigue que los latidos lleguen a vibrar en sus oídos por la fuerza de estos , sus mejillas sonrojándose por recibir algún abrazo o caricias cariñosas a su cabello , sentirse bendecido por convivir a su lado , ayudándolo a conseguir su preciado sueño de una tienda de mascotas .

No le molesta pasar sus tardes alrededor de animales mientras reciba esas miradas suaves de color avellana , que consiguen desorientarlo por completo , nunca ha tenido una meta clara y desde que salió de la prisión por segunda vez , a causa de atentar contra la vida de alguien , sus únicas preocupaciones eran acabar su condena , rehabilitarse queriendo volver a respirar aire fresco .

O tal la culpa por causarle sufrimiento a Keisuke lo carcomía por dentro , provocándole que deseará apoyarlo desesperadamente en su sueño , pensando que era la única forma de redimir su culpa , que lo seguía carcomiendo en noches dónde no podía ni siquiera cerrar los ojos porque la imagen de su amigo en el piso, herido por su propia mano, lo torturaba .

La alma corrupta de Kazutora amaba a ese hombre con todas sus fuerzas , resignándose a solamente recibir una amistad sincera , sin ser codicioso por más, porque un pecador jamás tiene derechos al egoísmo , aprendiéndolo a la mala .

Estaba satisfecho con recibir abrazos aunque el se derritiera en las ganas de besar ese bello rostro como en sus sueños , en conseguir esa sonrisa amorosa solamente dedicada a él, ser la causa de suspiros de Baji .

—Tora , vamos a la playa —

Fue interrumpido de su monólogo mental por el rey de Roma , que ya no traía ese delantal para evitar que los pelos de los animales  mancharán toda su ropa , con esa sonrisa mostrando todos los colmillos que tanto le gustaba porque demostraba su personalidad tan explosiva que le atrae .

Claro , hubiera aceptado sin ninguna objeción, porque el ama escuchar las olas del mar, siempre lo relajan , dejando de lado cuando era un pervertido que le gustaba mirar a las chicas en bikini; uno de sus lugares favoritos era la playa.

Aunque eso no evitó le diera una mirada rápida al reloj , arqueando la ceja en señal de confusión porque marcaba las ocho de la noche , se encontraban limpiando la tienda antes de cerrar , una idea idiota el ir a la playa a esta hora , porque aparte que el agua estaría helada , lo más seguro algún policía les reclamé por andar ahí tan tarde , el ya tuvo suficiente de enfrentar a la ley , no se le antoja ni siquiera pisar una comisaría , el pánico era real .

—Keisuke , ya es tarde —

—¿Y?, ¿Qué tiene?—

—¿¡Cómo!?—

Ya estaba sintiendo que el otro lo estaba provocando , porque a pesar que lo amará , sabía lo mucho que le encantaba molestar  al prójimo y su víctima favorita era él por lo bien que conocía picarlo para que terminarán peleando por una tontería y contentándose a los segundos , en serio que deseaba golpearlo a veces .

—¡Venga!, seguro que ni encontramos tráfico , mueve el culo  —

¿Qué tan legal sería aventarle la escoba por la cabeza ?

Porque no sabía cómo Baji podía pasar de hacerlo suspirar de amor a querer ahogarlo por sus ideas tan idiotas , ya sabía que se quedó mal acostumbrado a que Chifuyu siempre le seguía la corriente porque su sentido de auto conservación era inútil , esos dos parecían un hermano menor que deseaba imitar todo lo que hacía el mayor para verse igual de increíble , aunque se vieran idiotas en el proceso .

Así que resignado que cuando se le metía una idea a ese pelinegro nadie lo podría sacar hasta que lo cumpliera , contó hasta diez mentalmente , tranquilizándose para caminar atrás suyo , el otro más emocionado por su viaje espontáneo ni siquiera tuvo la delicadeza de apagar las luces , por lo que el encargado de asegurarse que no les asaltarán la tienda fue Kazutora .

—¿Vamos a ir en bus o qué?—

Se burló con gracia ya que ninguno llevo sus motocicletas ese día , pero el pelinegro enseño las llaves del auto de la tienda con una sonrisa orgullosa , provocando rodará los ojos devolviéndole la sonrisa a una más pequeña , riendo entre dientes porque siempre terminaban cediendo a los planes idiotas del otro.

Aunque Baji siempre fuera el que aceptaba más fácil , pero eso sería tema para otro día.

El trayecto fue calmado , con pequeñas bromas entre ellos , pláticas sobre temas triviales , burlarse de lo que comentaban en el grupo o como Keisuke a veces le lanzaba miradas al chico que no interpretaba correctamente así que solamente optaba por sonreír un poco sonrojado por la atención , realmente lo tenía vuelto un caos un ex pirómano agresivo , sus gustos no podían ser más exóticos .

Los dos disfrutaban la compañía del otro , se complementaban desde niños y ese lazo no se terminó quebrando por más que vivieran separados .

Kazutora siempre pudo fingir emociones gracias a la represión que vivió a costa de sus padres , pero todas sus defensas bajaban cuando se arrastraba al vórtice de adrenalina que era Keisuke , riéndose hasta llorar por la alegría , enojándose hasta terminar gritando frustrado todo lo que contenía , lo llevaba al límite para que pudiera liberarse , logrando que su corazón soltará un peso cuando podía hablar desde sus sentimientos más sinceros .

Así que de nuevo se dejó llevar por ese impulsivo hasta la playa en mitad de la noche , estacionando el carro en un lugar visible para ambos, viéndolo correr emocionado como si fuera un niño pequeño a la arena , quitándose sus zapatos mientras lo animaba con movimientos en sus brazos que se acercará, logrando que soltará pequeñas risitas cariñosas al ver su euforia .

—Ya voy bebé grande —

Seguía apoyado del coche mientras lo veía correr , odiando a su idiota corazón que latía con fuerza por verlo reír , así que tragándose todas sus emociones , camino con paciencia hacia donde estaba el pelinegro casi metiéndose al agua con todo y pantalones , aunque ya estaba escuchando sus quejas de que se sentía incómodo cuando el solito se lo busco .

—Baji por dios , aunque sea súbete los pantalones —

—Hombre , no me seas llorón —

Le dedicó otras de esas sonrisas retadoras , dando directo al orgulloso teñido que frunció el ceño por el desafío , quitándose los zapatos antes de avanzar hasta la orilla del mar , estremeciéndose cuando sus pies tocaron el agua fría , recibiendo las risas del contrario por su reacción aunque él también estuviera temblando .

—¡No te hagas el valiente !— lo pateó con suavidad de la rodilla , sin querer causarle ningún daño, aunque no se arrepentiría si cae al agua , pero para su mala suerte la diferencia de fuerzas se hizo presente cuando Baji decidió tirarlo al agua con una sonrisa de come mierda, provocando gritará de la sorpresa por el brusco ataque , cayendo de un golpe seco al frío  , salpicándole un poco en los ojos .

Maldiciendo que en la cárcel no pudiera entrenar su cuerpo en comparación del contrario que el gimnasio si le asentó muy bien, solamente puedo escuchar sus sonoras carcajadas ya que ahora ambos estaban empapados y congelados , sin verle la gracia a la situación empezó a quejarse con pequeños pucheros .

—Deja de reírte idiota , ¿Ahora cómo nos vamos a secar ?— empezó a darle pequeños golpecitos para que lo soltará , teniendo que la marea subiera y terminará tragando agua salada , que era lo que faltaba porque ya le estaban ardiendo de por sí sus pupilas por la sal, provocando soltará pequeñas lágrimas

—Venga , bebé llorón deja de quejarte — siguió escuchando sus risas mientras se incorporaba a sentarse en la arena , y antes de que el chico pudiera levantarse a refugiarse en la orilla , fue jalado de nuevo , pero ahora quedando sentado en las piernas del pelinegro de forma horizontal, siendo aferrado de su cintura por los fuertes brazos del contrario .

—¿¡Baji!?— exclamó sonrojado hasta las orejas , removiéndose en busca de su liberación , fallando miserablemente porque el otro continuaba a abrazándolo con cariño y un poco de posesión —Bien me rindo , que quieres —

El pelinegro tardaba en responderle al impaciente chico de ojos ámbar , que daba pequeños temblores cuando otra ola volvía a golpearlos , queriendo darle una certera patada para que lo liberará, ya estaba viendo su futuro resfriado en pareja por culpa de sus idioteces .

—Te estoy hablando —

—Me gustas —

—¿Eh?— ahora fue el teñido el que quedó sin habla , su corazón latía con tanta fuerza que sentía que en cualquier momento se saldría de su pecho , su boca abierta por la sorpresa de esa declaración espontánea , casi jurando que estaba soñando despierto porque nunca se imagino recibir algo más que un "Te amo" en el sentido de amigos o bromas para reforzar la amistad .

Tan confundido que estaba el chico resignado a sólo obtener sobras de amor , repitiendo esas dulces palabras como una cinta vieja , pensando si mente le ayudaba a imaginar uno de esos escenarios con los que soñaba cada noche .

Decidió pellizcarse para comprobar la veracidad de la situación , quejándose con suavidad cuando ese dolor le confirmo que estaba despierto .

No era un sueño de su enamoradiza mente el estar entre los brazos de Keisuke que son su lugar seguro , escuchar los latidos hasta sus oídos que no distinguía si eran los suyos o de un pelinegro avergonzado que esperaba la contestación de su confesión impulsiva , en honor a esa personalidad explosiva de la que cayó rendido .

—No estás soñando idiota , soy real — le reafirmó con una risa nasal el chico , mirando como el otro estaba al punto de quiebre de no saber si responder emocionado o llorar por la mezcla de emociones que lo estaba acechando —Tora , me gustas y no sólo como amigo antes de que te mandes tu solito a la zona de amigos — acariciaba con suavidad el cabello mojado del perdido  chico que seguía procesando la sorpresa

—P-Pero y-yo ...V-Valhalla— trato de componer sus oraciones con torpes susurros llenos de culpa , ahora sí sabía que no solamente el agua salina era lo único que sentía , las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas , tan arrepentido estaba de sus acciones egoístas y cobardes que no podía evitar lloriquear en el pecho del contrario , suplicando disculpas porque ni siquiera salían de sus labios la palabra apuñalamiento , recordarlo le causaba un gran dolor .

—Jamás te he culpado y jamás lo haré — escuchaba esos dulces susurros que lo embriagaban tanto , queriendo detener el tiempo para repetir  esas palabras que le susurraba afecto sincero , embriagándose por recibir un trato digno por aquel pelinegro brusco , que siempre sabía cuándo tratarlo con delicadeza

—S-Sólo te hago daño —

—Me provocarás más dolor si te vas de mi lado  —

Sollozos más fuertes escaparon de sus labios confirme avanzaba esa conversación , una horrible presión en el pecho que lo hacía olvidarse de respirar lo reprimía , jadeando por tratar de recuperar ese preciado oxígeno , su cabeza empezaba a ordenar pensamientos repletos de momentos negativos para ese pecador que no quería ser perdonado .

—B-Baji yo — antes de continuar su rostro que estaba enterrado en el pecho del contrario , fue alzado con delicadeza por la mano del pelinegro, que le dedicó la sonrisa más preciosa que había visto , junto con sus orbes avellana que brillaban más que las estrellas de esa solitaria noche , dejando a los protagonistas profesar sus verdaderos sentimientos .

Dulces caricias a sus mejillas por la diestra de Keisuke , obligándose a mirar a su único amor y la causa de su insomnio , el eterno culpable de esta sensación de arrepentimiento y cariño que lo quemaba por dentro .

—¿Te gustó ?—

Parecía que el único que podía dominar el caos que era Kazutora era aquel pelinegro tosco , sabiendo que botones accionar para que el otro tartamudeará intentando contestar sus preguntas , el volvió a repetir con esa misma voz amable aquella frase , dominando por completo al sensible chico .

—Muchísimo ...eres lo más precioso de mi vida... y quiero alejarte para protegerte de mí—

Su confesión temerosa fue interrumpida por una sonora carcajada que causó su indignación, estaba abriendo su corazón a ese bobo y se lo pagaba con risas , estando a punto de parar su llanto para cambiarlo por enojo , de nuevo fue interrumpido .

—Joder , me tratas como si fuera una delicada princesa — lo vio rodar los ojos con diversión , volviendo a tomar su rostro entre sus manos , apretando con cariño sus mejillas , sus ojos  llorosos por las lágrimas, las mejillas sonrojadas le daban un porte dulce e indefenso que odiaría mostrar a alguien que no fuera Baji .

—P-Pero—

—Te amo Kazutora y soy un egoísta de mierda — declaró primero haciendo reír un poco al mayor por esa cursilería rara —Así que me importa un carajo que tú pienses me vas a dañar , no lo harás porque el chico que conocí en ese árcade era un bebé que quería proteger a los demás —

La vergüenza ya no cabía en ese pobre teñido , que se planteaba seriamente si escapar , pero que tuviera sus mejillas presas dificultaba la huida del monólogo romántico de Baji .

—Me gustas mucho , mucho , quiero cuidarte de todo porque se lo frágil que eres —él tomo una bocanada de aire antes de continuar — Y si tengo que "sufrir" según tú para estar a tu lado, lo haré porque eres el único que ha logrado calar tanto en mi corazón—

Las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos ante todo lo que decía , sus manos en algún punto quedaron apoyadas en los hombros de Baji , reteniendo las ganas de romperse de nuevo gracias a su lindo salvador.

—Siéntete afortunado Kazutora Hanemiya, eres mi debilidad y amor más grande — espetó antes de culminar esa preciosa confesión con un delicado beso que denotaba la inexperiencia de ambos , empezando con timidez como un roce de labios , dándose su tiempo en  adaptarse al otro .

La única sonata de su amor fueron las olas que rompían en la orilla , los dos empapados por el mar que fue participe de su muestra de amor dulce y torpe , llevando al pecador a sus límites , no se creía merecedor de tal profesión de afecto pura , pero si Keisuke declaraba que tanto lo adoraba , él podría creerlo , ya que su imposible estaba entregándole todo su ser sin pedir nada a cambio .

—T-Te amo—

—Yo también te amo pequeño tigre llorón —

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𝐂𝐨𝐧𝐟𝐞𝐬𝐢ó𝐧 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora