" Entonces eres una persona especial porque yo no conozco a nadie que lea con el libro al revéz. "
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ESTABAN TENIENDO UNA discusión muy entretenida sobre gustos musicales y las bandas y cantantes del momento, cuando la puerta del dormitorio se abrió, dejando ver a dos chicas, las cuales entraron y se comenzaron a instalar en las otras dos camas que sobraban bajo las miradas penetratntes e interesadas de Sophie y Sabrina, quien estaban cargadas de curiosidad por saber quienes eran sus nuevas compañeras de cuarto.
La más alta tenía el pelo negro y lacio que le llegaba hasta la cintura; y unos ojos cafés casi tan oscuros como su cabello. De su cuello colgaba una hermosa joya roja que parecía muy costosa, al igual que sus zapatos, los cuales eran una guillerminas negras con detalles plateados. Llebava brasaletes, anillos y unos pendientes que llamaban mucho la atención, así como ella. El hecho de que era rica, resaltaba en la chica. En cambio, la otra no llevaba ninguna joya extrabagante como la más alta. Ella tenía el pelo rizado y castaño, sus ojos eran color azul y llevaba las mismas guillerminas que la pelinegra. Ella se veía más desarreglada pero aún así era muy hermosa.
Una de las chicas, la que tenía el pelo azabache y unos rizos muy definidos, las observaba con una sonrisa, mientras que la otra, la pelinegra de pelo lacio, las inspeccionaba con la mirada mientras alzaba una ceja y luego un quejido de disgusto se escapó de sus labios al terminar la inspeccion de Sophie. El quejido había sido silencioso, pero aún así, todas en la habitación lo habían llegado a oir, por el silencio formado anteriormente.
—¿Tienes algún problema? ¿Se te perdió algo o...? —Sophie no puedo acabar la frase antes de que la chica le contestara groseramente.
—No empatizó con gente cuya sangre está contaminada —dijo mirando mal a Sophie.
La rubia apretó la mandíbula y los puños, aguantando las ganas de molerla a golpes; cuando la otra chica se acercó a la pelinegra para regañarla por su comportamiento borde hacia Sophie.
—¡Mara! No digas esas cosas. Disculpa a mi hermana, ella no quiso decir eso —eso último lo dijo con una sonrisa amable hacía Sophie, quien asintió aceptando las disculpas, aunque su mirada de fastidio e irritación no se apartaba de la otra chica.
—Hermanastra —corrigió la pelinegra y siguió ordenando sus cosas.
Acabaron de organizar sus pertenencias en completo silencio, mientras que Sophie y Mara se lanzaban miradas fulminantes.
Luego de unas largas y silenciosas dos horas, las cuatro chicas se encontraban en sus camas a punto de irse a dormir. Sabrina se tapaba la cara con sus mantas para conciliar el sueño ya que las luces seguían prendidas porque dos de sus compañeras estaban leyendo.
Una de las chicas cerró su libro y se acostó en la cama dispuesta a dormir, por lo que Mara apagó las luces; su hermanastra ya había terminado su capítulo y ya era hora de irse a dormir. Pero Sophie se levantó furiosa y encendió las luces nuevamente. Mara volvió a apagarlas y Sophie volvió a prenderlas, comenzando así, una guerra con la tecla de las luces. Al punto, que Sabrina creyó el quemarían el foco.
—Es tarde. Hay que dormir—. Apagó la luz.
—Aún no terminé mi capítulo—. Encendió la luz.
—¿Crees que eso me importa? —Apagó la luz.
—Debería, porque va a ser así todas las noches por siete largos años—. Encendio la luz.
—Si quieres leer ve a la sala común, allí puedes encender la luz todo lo que quieras; aquí, por si no lo has visto, hay más personas que tratan de dormir—. Apagó la luz.
—No quiero ir a la sala común. Quiero leer aquí—. Encendió la luz.
—Solo haces esto para fastidiarme —Bramó frustrada, mientras apagaba la luz, nuevamente.
—Mentira—. Encendió la luz.
—Verdad—. Apagó la luz.
—Mentira —repitió y encendió la luz.
—Pues entonces eres una persona especial porque yo no conozco a nadie que lea con el libro al revés—. Apagó la luz.
Sophie se sonrojó y ya no volvió a tocar la tecla de la luz. Se fue a su cama soltandó un largo e irritante bufido, mientras arrastraba los pies frustrada por lo sucedido. A pesar de que la luz estuviera apagada y no veía los rostros de las chicas, Sabrina sabía que Mara sonreía victoriosa mientras se acostaba en su cama.
ツ
La mañana en aquella habitación, había sido un fastido, tanto para Sabrina como para Kara. Las castañas se despertaron instantaneamente al escuchar los fuertes gritos de su compañera de cuarto.
—No puedes acaparar el baño. Llevas ahí dos horas y yo aún tengo que entrar a cepillarme los dientes, bañarme, cambiarme, y por si no has escuchado lo que te grite anteriormente, me estoy meando —dijo la rubia saltandó de un lado a otro de la habitación con las piernas apretadas.
Mara salió de la pequeña habitación y la fulminó con la mirada. Llevaba un pequeño bolsito en sus manos lleno de cremas mañaneras y mascarillas rapidas para la piel.
Al instante en que Sophie la vio salir, con desesperación, salió disparada hasta el baño, empujando a la pelinegra y cerrandole la puerta en la cara.
—Que falta de educación —dijo la chica mientras intentaba taparse con sus sabanas para vestirse sin ser vista ya que en el baño, claramente, no podía cambiarse.
—Si así seran todas las mañanas, voy a exigir que me cambien de compañeras de cuarto —se quejó Kara, tapandose el rostro con la almohada, para volver a dormir.
—Concuerdo —la apoyó Sabrina, imitando la acción de la de rizos.
—Que exageradas.
—No es para tanto —dijo Sophie saliendo del baño, mientras saltaba tratando de embocar el pie en el agujero de la falda.
—¡Merlín! ¡No quiero verte semidesnuda! ¡Tapate! —le gritó Mara asqueada.
—Tapate los ojos. No es mi culpa que no sepas apreciar mi perfecto trasero.
—No tengo porque taparme los ojos. Estoy en mi cuarto y se supone que debe ser cómodo para mi el estar aquí.
—Pues también es mi cuarto.
Y así comenzarón otra discusión interminable de gritos y quejas.
Juro Solemnemente que mis Intenciones no son Buenas
Miren esta joyita que me acabo de encontrar:
Este tipo de videos no se superan.
Travesura Realizada.
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〖♡ M I R I D E G R A N G E R ♡〗
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𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESO
Fanfiction𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | ❝ A él le gusta ella, a ella le gusta él, todos los sabemos, excepto ellos. ❞ Sirius Black: Engreido, mujeriego, arrogante, testarudo, casanova, idiota... esas son solo algunas de las palabras con las que Sabrina describ...