Pequeñas historias de mi pequeño mundo

Lo que algunos llaman amor

En el mundo siempre he sido un héroe, el que ha llevado la carga del mundo en sus brazos, el que derrota a los malos e intenta que el bien siempre perdure en su ciudad, las malas decisiones nunca serán perdonadas, los errores siempre costarán la vida de muchos, y el error más grande fue conocerte.

Capítulo 1

Después de muchos años de servir a la comunidad, después de tantos errores evitados, después de seguir siempre el mismo patrón habrá un día en el que te canses de lo mismo, ser el héroe nunca es fácil pues las expectativas de los seres humanos nunca se cumplen, la barra siempre está más alta de lo que puedes alcanzar, y a pesar de que arriesgues todo por ellos nunca van a estar satisfechos y siempre pedirán más, y aquí estoy, frente a una persona común, me mira y siento muchas cosas dentro de mí, sonríe y siento como si un volcán explotará en mis entrañas, te conocí un día, ese mismo día que intentaba nuevamente terminar con el sufrimiento con el que cargo constantemente, terminar de cargar el peso del mundo y pasárselo a otro pobre desafortunado, pero ahí estabas, apareciste frente a mi y secaste mis lágrimas, me diste un abrazo y me recordaste lo que valgo, pero yo solo te Vi a ti, el mundo dejó de importarme y ahora tú eras mi nuevo mundo, a quien debía proteger y quién me protegería a mi, nos enamoramos mutuamente, vivíamos una vida de fantasía, sin problemas, pero, poco a poco fui viendo a través de esa fachada, lo raro? Me gustaste igual, no me importaba el ser retorcido detrás de esa hermosa sonrisa, comencé a cargar con el peso nuevamente, los humanos eran cada vez más egoístas y exigentes, como si ellos pudieran hacer lo mismo, un día te vi, sin esa fachada, sin la sonrisa, sin el muro que escondía tu verdadero ser, saliste a la luz, renaciste nuevamente con la sangre de montones, y yo? Yo me sentí feliz de verte ahí, brillando y sin que nadie te opacar o lastimara, acudiste a mí y no pude ir contra mis creencias, lo aceptaste y ese mismo día tuvimos una cena como las que tanto nos gustaban, miré la copa frente a mi, instantáneamente supe de lo que se trataba, me miraste desde el otro extremo del comedor, las comisuras de tus labios se curvaron hacia arriba, imité tu gesto y tomé la copa, sabes lo que pasará verdad?, Preguntaste como si en ese momento dudaras de tus acciones, la humanidad se ha descompuesto hasta el punto de no retorno cariño, solo prométeme que después de esto tú los harás pagar por todo lo que nos hicieron, y después de esas palabras bebí hasta el último trago.