ੈ✩La·Tía·Erina‧₊˚

152 17 8
                                    


 -ERINA PENDLETON- exclamó Speedwagon quien asustó a la pobre chica mencionada.

 -Casi me matas de un susto-

 -Perdón jeje, bueno... Jonathan cuanto ti...- fue interrumpido por DIO, que les preguntó con desagrado, desprecio, serio y cortante ante la llagada de esos "invitados" inesperados.

 -Que quieren-

 -Dio, no tienes que ser desubicado- le reprochó Jonathan, para luego levantarse de su asiento y saludarlos educadamente.

 -Buenos días Robert, si, tanto tiempo sin verlos- respondió con una linda sonrisa que te derrite por tanta belleza incluida. Metanle un sol y ya, nos derretimos todos pensó Speedwagon sacando una risa para su interior.

 -B -Buenos días... Jonathan- Pronunció con miedo y tartamudeando ya que se le parecía lindo de que, a pesar del tiempo, su sonrisa de niño de siete años no se borraba. Era algo que le duraría hasta el final de su vida.

Pero esa sonrisa temblorosa de la chica se desprendió de su rosto y unos ojos totalmente abiertos tomaron el poder, lo último que pudo decir Jonathan a Erina fue "Que te p-" seguido de un grito de horror y dolor combinado con un mucha energía  y alegría.

 -¡¡GIORNO GIOVANNA, ERES TU!!- el mencionado quería morir en ese instante, pero claro que era suficiente con un abrazo de La Tía Erina.

-Tía... Jeje...Cuanto timpl... ¡AH!- vaya que si se trata de uno de los hijos de Jonathan, escogería a ese pequeño rubio que adoraba con tanto amor.

-Ohhhh, hijo esta muy grande... Me hubiera encantado verte crecer...¡OH!, ¡Cierto, toma!- La mujer parecía emocionada y se acercó a George que, por estar pensando en por qué estaban en la entrada Dio no la vio (porque si no solo agarraba la bolsa y les estampaba en la cara la puerta).

-¿Qué es... esto?- preguntó algo desorientado, pues no recordaba algo importante para darle un, ¿Presente?

-Oh... ¿No me digas que no te acuerdas? Llegue un poco tarde, pero por lo menos lo traje, jaja- dijo Erina algo avergonzada por saber que tardó cuatro días.

-Giorno, es tu "regalo de cumpleaños", toma- pronuncio George con una sonrisa parecida a la de su padre. Provocando que el menor lo mirara con desagrado... Espera... ¡¿REGALO DE CUMPLEAÑOS?! pensó el rubio haciendo que inconscientemente sacase una sonrisa, para luego recibir dos cajas más por parte de Speedwagon y su medio-hermano.

-Ya se pueden ir- Dio se molestó. Giorno le insistía que le regalase algo en específico. Y cuando se lo daba, lo rechazaba.

-Eh... Padre no sería mej- desde la segunda planta se escuchó un llanto que perturbo a todos. Principalmente a Jonathan. El peli-azul salió corriendo para arriba... ¿Qué sucede? se preguntó Erina.

El llanto se detuvo. Pisadas y una voz tranquila tranquilizó a ese ser tan pequeño y frágil de apenas dos años. Haruno tuvo una pesadilla. Erina al verlo sintió como se fracturaba otra parte de su corazón y no pudo disimularlo. Una minúscula demostración sacó una sonrisa hecha de pura y directa malicia a Dio. Una lágrima se escapó, manchando su mejilla y honor. Una media hora faltó para que se vallan.





"Ver a un ser sufrir no me molestará,

menos si se trata de alguien desagradable para mí"








Puwardes** [15:33]

Un Viaje por ·Mi·         LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora