Capitulo 1

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Wen Ruohan era conocido por muchas cosas, algunos decían que era un pirata desalmado que mata a cualquiera que se le cruce en su camino, otros decían que era un dios antiguo de los mares debido a que era demasiado viejo sin embargo aún conservaba su rostro juvenil haciéndolo lucir como un joven adolescente, algunos decían que estaba casado con una sirena que le otorgaba juventud eterna, pero todo aquello no era más más simples rumores, al contrario Ruohan ayudaba a los que no tenían para comer, era un simple humano que desde muy joven comenzó como pirata y lo de que estaba casado con una sirena, bueno, quizás eso no era un simple rumor pero tampoco era algo que podía confirmar


~《La historia de un joven pirata》~


Ruohan era huérfano y casi no tenía amigos, extrañamente lo único que sabía era que tenía un nombre y un apellido y debido a su apellido tenia la ilusión de unirse a los mares y viajar a través de ellos mientras el viento golpea su rostro y su cabello se ondea con el mismo, un gran barco y una gran tripulación, sobre todo riqueza y mujeres, esta ilusión creció al conocer la historia de Wen Mao, un pirata fuerte que ayudaba a los demás, fiel a su tripulación y uno de los más buscados, la marina daban una gran recompensa por el, a pesar de ser bueno, la marina no perdonaba por ser pirata, Ruohan suponía que por tener el mismo apellido seria fácil, ir y empezar su viaje por los mares, convertirse en una gran pirata y que la recompensa por el, sea tres veces más grandes que la de Wen Mao

A la edad de 10 conoció a un niño de nombre Zhao Zhuliu al cual ayudó a no morir de hambre, Ruohan creció en las calles de la ciudad sin noche y sabia donde dormir y conseguir comida, desde ese entonces comenzó su amistad, quien pensaría que ambos niños tendrían el mismo sueño, Zhuliu en agradecimiento le ofreció su lealtad y ayuda, Ruohan será conocido como el rey de los mares, todos conocerán su nombre y sentirán temor

A la edad de 14 años, su primera aventura comenzó, empezaron como lacayos del capitán Nie, ahí fue donde ambos empezaron a entrenar sus cuerpos y mentes ya que no estaban completamente preparados para un largo viaje.
A la edad de 18, ambos eran jóvenes altos y formidables, Ruohan aprendió mucho sobre cómo ser el capitán gracias a la ayuda del Nie, a pesar de que en su niñez no recibió estudios, era demasiado inteligente y podía grabarse cualquier cosa en cuestión de segundos

Después unos 10 largos meses, llegaron a tierra firme, llegaron a los Recesos de las Nubes, era una isla deshabitada y llena de neblina, la grandes montañas sobresalían tanto que la hacía ver como una isla sobre las nubes, un mito muy conocido en el Receso de las Nubes era sobre la existencia de las sirenas, hermosas sirenas de cola azul cielo, apodados Lan, ya sea hombre o mujer, eran seres demasiado hermosos, a pesar de nunca ser vistos, muchos afirmaban su belleza e incluso afirmaban sobre un reino gobernado por ellos y este reino estaba bajo las aguas de los Recesos de las nubes y claramente era el sueño de todo pirata, capturar al menos a uno de esos seres

Ruohan seguía pensado en aquello, si lograba capturar a una sirena Lan, sería conocido en cada puerto e incluso podría ganar dinero y así obtener su propio barco y tripulación, todo esto lo pensaba mientras caminaba solo por los alrededores, entró por una gran cueva que parecía hacerse pequeña con cada paso que daba, camino más rápido al oír el fluir de lo que parecía un manantial, entró por un pequeño agujero, era tan pequeño para su tamaño que terminó golpeándose la cabeza

El dolor se fue ya que fue distraído con algo más, era un hombre alto y delgado, cabello largo y oscuro, estaba completamente desnudo y tenía algo de sangre en una de sus piernas -¿Nesecitas ayuda?- pregunto y el hombre regreso su vista hacia Ruohan, se sobresalto y sin pensarlo salto al manantial -¿Pero que carajos?- refuño al saltar para ir detrás del hombre, quedó frío, sus ojos abrieron como platos "tenía cola, el hombre que salto tenía cola" fue lo que pensó pero la sangre que tenia a su alrededor le preocupaba, Ruohan tenía planeado capturarlo, si o si, tendría que ser suyo

Siguió nadando, el aire comenzaba a hacerle falta, no pensaba que el manantial seria tan profundo, su vista comenzó a see borrosa y recordó el golpe en su cabeza, no se percato de que la sangre brotaba de su cabeza y se esparcia en el agua, al igual que la sirena, su cola también dejaba salir grandes cantidades de sangre y empezaba nadar más lento, quien sabe cuanto tiempo lleva herido, lo último que sintió fue cono era tomado de la cintura y era llevado de vuelta hacia la orilla, sus ojos se cerraron por completo, por un momento pensó que este sería su fin, pero aún tenía que resistir, no podía exponerse ni exponer la realidad de que existían...

Ruohan nado hasta la orilla y consigo a la sirena, respiro profundo y entre sus brazos saco a la sirena, la acostó en el suelo y las escamas de su cola comenzaron a caer como agua mostrando un par de piernas largas y blancas, Ruohan paso la llema de sus dedos delicadamente por estas, sintiendo lo suave que era su piel, miró más de cerca su rostro, la piel era suave como la seda y sus mejilla eran de un tono rojizo al igual que sus labios que conservaban un color cerezo, no se dio cuenta de lo cerca que estaban sus rostros, podía sentir el roce de sus labios con los contrarios, segundos después reacciono y se alejo lo más que pudo "Que te pasa Ruohan, a ti solo te gustan las mujeres" quiso engañarse con aquellas palabras, sin embargo no podía dejar de ver el rostro de aquel hombre, negó varias veces con la cabeza "Un hombre no puede estar con otro hombre, es imposible" Se repitió muchas veces aquellas palabras pero el tener al hombre frente a el desnudo no le ayudaba, se retiro la camisa que por suerte era grande y lo cubrió, al menos por ahora cubría un poco más abajo de su entrepierna, su vista volvió hacia la pierna que estaba herida, se había recibido muchas heridas y había aprendido algo de medicina, rápidamente preparo un ungüento con algunas hiervas y las coloco sobre la herida, una vez más se volvió a alejar al ver que los ojos de la sirena comenzaban a abrirse, esta se fue levantando poco a poco, al notar la presencia del otro quiso lanzarse al manantial una vez más, pero fue detenido por un par de brazos -Si vuelves ahí el agua limpiara el ungüento y no se curará- la sirena volvió la vista hacía su pierna y luego de apoco su vista subió, el sonrojo de sus mejillas aumento al ver el pecho del otro hombre y por último se encontró con sus ojos, ambos quedaron en un estado de shock, para Ruohan el gris en los ojos de la sirena eran único y para la sirena el color rojizo de los ojos contrarios era extraño -Mn gracias...¿puedes soltarme?- Ruohan quedó fascinado una vez más, su voz era suave y melodiosa, a pesar de ser hombre y de haber dicho solo esas palabras, su voz sonaba tan dulce, otra vez más su subconsciente le decía "Muy bonito y todo pero sigue siendo un hombre"  lo soltó y se alejó, en todo eso se le había olvidado su herida en la cabeza, la cual no parecía ser tan grave para su fortuna, intento ocuparse en su herida y no prestar atención al otro




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- Oye ¿Porque estas herido?

-...
Casi logran atraparme

-¿Como te llamas?

- ¿Porque le diría mi nombre a un desconocido?

- QUE?! ¿ACASO AUN ERES UN NIÑO?

- No confío en ti a pesar de que me ayudaras

- Ya no importa!!

Ruohan se cruzo de brazos y desvío su mirada formando un puchero con sus labios, indignado, así era como se sentía, no confiar en el después de que lo ayudara, aun que no era importante, de seguro no volvería a verlo, aun que muy en el fondo sabe que quiere volver a verlo -Me tengo que ir- dijo, levantándose para salir por donde entro, aun algo enojado, pero ya no sabía porque estaba enojado, no sabía si era porque aún seguía indignado porque la sirena con confiara en el o porque aún quería quedarse un poco más para observar su rostro y oír su voz -Espera...- dijo la sirena, se levantó de su lugar para retirar la camisa que llevaba puesta y devolvérsela

- ¿Que...que crees que haces?

- Es tuya...además no estoy acostumbrado a usar ropa

- No puedes ir por ahí, así desnudo

- No creo que vuelva a salir a tierra firme

- ¿Porque no?

- Casi soy atrapado, es más seguro que me quede en el fondo del mar

-...
Esta bien

Ruohan tomo la blusa entre sus manos y la sirena se despidió agradeciendo una vez más antes de lanzarse nuevamente al manantial - Te agradecería mucho que no le dijeras a alguien más sobre este lugar- fue lo que dijo antes de volver hacia las profundidades...

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