𝗗𝗜́𝗔 𝟵

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— ¡Estoy aburrido!— gritó Shim mientras se recostaba sobre la mesa de la cafetería.

— ¡Estoy enamorado!— habló Seonwoo con una boba sonrisa en su rostro.

— ¡Y yo hambriento!— esta vez habló el peli azul, ganándose una mirada de extrañeza por parte de los demás — ¿Qué?

— Deja de ser tan Jungwon por unos minutos, Jungwon— dijo el australiano y el mencionado hizo una mueca.

— Ahí viene tu futuro novio, cuñado— comento el peli rosa señalando al mayor que venía con muchas bandejas en las manos.

— Te dije que no me dijeras así, Sunoo— se quejó el bajito— es raro.

— Oigan— la voz de Hee lo interrumpió— si la próxima quieren comida, vayan ustedes mismos— dijo mientras ponía cada bandeja de comida frente a sus respectivos dueños.

— Gracias, Hyung— dijeron todos los menores con una sonrisa ignorando la queja del mayor.

Heeseung rodó los ojos y se sentó al lado de Won, quien le dió un beso en la mejilla como forma de agradecimiento; cosa que Lee aceptó sin quejas.

— ¿Y de que estaban hablando?— preguntó el mayor mientras tomaba una papa de su bandeja.

— Jake agoniza de aburrimiento y Sunoo está tan enamorado que es capaz de matar a alguien por mi hermano— respondio Jungwon.

— Oigan, saben que se acerca San Valentín ¿Verdad?— habló el australiano mirando de manera para nada discreta a Yang, el cual se atoró con la comida.

— ¿Estás bien, Wonnie?— preguntó Heeseung con preocupación.

Jungwon asintió con una sonrisa nerviosa.

— Si, Hyung— dijo.

— ¡Es verdad!— habló el peli rosa — ¡San Valentín está cerca!, ¡Jungwon-ssi!— señaló al nombrado.

— ¿Qué?

— Eres hermano del amor de mi vida, dime qué le podría dar para ese día— pidió, juntando sus manos.

El peli azulado lo pensó unos momentos para luego hablar.

— Regálale un perro— dijo.

Los demás lo miraron de manera rara, incluyendo a Kim.

— ¿Un perro?— preguntó Shim con el ceño fruncido.

— Siempre quiso uno— contó.

— ¡Entonces le regalaré uno!— dijo Sunwoo con una enorme sonrisa— ¡Gracias, cuñad... Auch!— se quejó tras el golpe que le dio Yang.

— Te dije que no me llamaras así, tonto hyung— se quejó el azulado.

Sunoo lo miró mal sobándose la parte golpeada mientras que Heeseung y Jaeyoon reían por aquella escena.

Sunoo lo miró mal sobándose la parte golpeada mientras que Heeseung y Jaeyoon reían por aquella escena

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— ¡Hyung, está delicioso!— chilló el peli azul emocionado, el contrario sonrió enternecido.

— ten cuidado o se te derramará— dijo el mayor mientras probaba de su helado de galleta.

Jungwon asintió obediente y siguieron su camino en un cómodo silencio en el cual disfrutaban de sus helados.

— Won, no crees que exageraste con Sunoo?— comentó Lee.

Jungwon giró su cabeza hacia su dirección mirándolo con confusion.

— ¿Sobre qué?

— Lo del regalo para Ni-Ki— explicó— conozco lo suficiente a Sunoo como para saber que el es capaz de comprarle un perro a tu hermano.

— No estaba bromeando— dijo con seriedad— hablaba enserio cuando dije que Ni-Ki siempre quiso un perrito.

— ¿De verdad?— el menor asintió.

— No le haría una broma de esa forma a esos dos— dijo Jungwon volviendo su vista al frente— sé lo mucho que a mí hermano le gusta Sunoo y me alegra que el sonría mucho más desde que lo conoció.

Heeseung miraba el perfil de Jungwon mientras hablaba, le pareció tan linda la forma en la que el menor se expresaba sobre su hermano y mejor amigo. Era muy tierno como se preocupaba por los demás.

Un poco nervioso, quiso tomar la iniciativa esta vez. Tomo la mano de Yang y entrelazo su dedos, sorprendiendo un poco al peli azul.

— Eres muy tierno, Wonnie— dijo con una pequeña sonrisa.

El corazón de Jungwon latió fuertemente y sintió su rostro arder, probablemente se veía como un tomate, un muy adorable tomate.

Para su buena suerte, ya habían llegado a su hogar.

— G-gracias por haberme acompañado, Hyung— dijo el menor un poco avergonzado.

Heeseung sonrió— No fue nada, es agradable pasar tiempo contigo, Jungwonnie.

El menor aguantó un chillido de emoción y simplemente se limitó a sonreír mostrando sus tiernos hoyuelos.

— Nos vemos mañana, Seunggie Hyung— dijo acercandose lentamente hacia el mayor para poder dejar como las últimas veces, un beso en la mejilla.

Sin embargo, el peli negro fue más rápido y giró su rostro, logrando que en vez de su mejilla, fuesen sus labios los que Jungwon besara.

Fue un pequeño piquito que dejó en shock al más bajo por unos segundos.

— Nos vemos mañana, Won— habló el mayor con una sonrisa para comenzar a caminar en dirección a su propio hogar, dejando a un Jungwon completamente sonrojado y con el corazón latiendo a mil por hora.

— ¿Q-qué acaba de pasar?— se preguntó a sí mismo en un susurro mientras llevaba su mano a sus labios.

𝟭𝟰 𝗗𝗜́𝗔𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗦𝗔𝗡 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜́𝗡 ➤ heewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora