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Vittorio.

_vittorio, veintidós años, soltero, trabaja en un restaurante te como moso, estudia nutrición, vive en un departento solo, tiene dos hermanos, huérfano y es gay_ supongo que lo acaba de leer.

_sacale la bolsa de la cabeza_ escucho que una voz fuerte ordena.

Bien. Mi situación actual.

Me encuentro colgado al techo seguramente de algún lugar a una hora aproximadamente de donde me agarraron, siento como tengo atadas las manos y solo toco con la punta de mis pies el piso, hace unos minutos me pude empezar a mover mejor, antes de colgarme me sacaron la ropa de la sintura para arriba.

Me sacan la bolsa de tela en la cabeza y tengo que cerrar los ojos hasta que mis ojos se acostumbren a la luz qie me da en la cara.

_ ¿sabes la razón por la cual estas acá?_ pregunta una voz diferente a la primera la cual a medida que hablaba se iba acercando.

_ ciro dijo que les compró algo_ respondo cuando una mano me empuja con fuerza haciendo que me queje y que me duele el hombro.

_mentira_ apenas termina de decir eso siento un fuerte golpe en costado derecho, cosa que me hizo soltar un grito de dolor.

_tu estúpido hermano apostó con plata que no tiene, que ninguno tiene, nos debe demasiado y a mi me gusta tener todo en regla_ tiro la cabeza hacia atrás escuchando la voz seria pero ahora más cerca.

_ no puede ser_ murmuró, ciro aveces apuesta pero no pensé que se volvería una adicción.

_ así es_ afirma, me tenso cuando unas manos gruesas y grandes me empiezan a tocar desde los hombros y van bajando por mi espalda recorriendo  tatuaje del dragón qie tengo_ ahora vas a tener que pagar su error_ me susurra en el oido antes de alejarse.

_podría trabajar en la casita rosada, es lindo y tiene buen culo_ habla una nueva voz a mi izquierda, giro la cabeza ye encuentro con un hombre pelirrojo de facciones duras.

_ yo me lo cogeria, se nota que tiene aguante, trabajaría muy bien, en unos meses quedaría saldada la cuenta_ habla el de su lado, lo veo con enojo.

Escucho pasos y un cuerpo se me presenta enfrente mío, es el rubio, lo veo directo a los ojos, el me sostiene la mirada, es mucho más alto que yo, va a mi metro setenta, el tipo es gigante, debe de tener unos treinta y pocos.

Siento como en un momento me empieza a tocar desde la sintura hasta el culo en donde ejerce fuerza, junto mis cejas en una mueca por eso.

_ tenes dos opciones_ me ofrece y se aleja apenas unos pasos para verme bien_ la primera es trabajar dando el culo como una puta a viejos durante te unos meses y la segunda es ser mi puta personal_ declara con una sonrrisa arrogante.

_ ninguna_ respondo.

_respuesta incorrecta_ habla uno y siento un nuevo golpe del otro lado.

_mira, si no aceptas, voy yo mismo a buscar a tu hermano y a el no le voy a hacer elegir va a trabajar dando el puto culo en el prostíbulo_ me tenso cuando nombra a ciro_ te dejamos un rato para que piensas en que queres hacer_ camina hacia algún lado atrás mio_ vamos, dejemos lo solo_ ordena y escucho como varios pasos se alejan.

En cuanto escucho como se cierra la puerta, de mis ojos empiezan a salir gruesas lágrimas al imaginar lo que tengo que hacer y se vuelve peor cuando lo imagino a ciro en un lugar así, el tintineo de la cadena y mis sollozos es lo único que se escucha en la habitación en la que me encuentro.

pasan barios minutos hasta que escucho la puerta abrirse y pasos entrar, bajo la cabeza para no sentirme tan humillado por la decisión que tome.

_bien, ¿cual fue tu decisión?_ pregunta el rubio una vez que esta enfrente mío, cuando no lo miro ni tampoco le respondo me agarra del cuello y me hace subir la cabeza_ no me gusta repetir las cosas mocoso_ advierte con voz fuerte y seria, lo miro a los ojos verdes que tiene asintiendo_bien, ahora habla de una maldita vez_ me ordena soltándome.

Hermanos de la mafia (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora