25

75 6 1
                                    

Hola otra vez!! Me siento muy feliz con este capítulo porque había querido publicarlo ya hace un tiempo, pero no terminaba de afinar los detalles en mi cabeza hasta que pensé en el último. Tomó varios (muchos) días para llegar al resultado del desenlace que quería, pero se logró.

Siento que estoy teniendo una transición a una escritura más profunda desde hace ya un tiempo, y con ese preámbulo, anuncio que esta historia tiene poco más de dos años publicada!

Pasa rapidísimo el tiempo.

Sin embargo, me temo que pronto tendrá un cierre. No sabría decir si un pronto cercano o un pronto un poco más lejano, pero será pronto. Las cosas han caído en su lugar, aunque falte detalles por contar.

Pensé que Paige había tenido suficiente como narradora un tiempo y quise preparar una pequeña sorpresa, pero sigo evaluándola. Hasta entonces, espero que disfruten de este capítulo tan especial para mí, con un montón de revelaciones.

Me encanta leer los comentarios!!

Cualquier cosa,
insta: anapaulaher

--- --- ---

Asaf sonrió en grande. Decir que estaba feliz de su descubrimiento le quedaba corto.

—¿Nos tomas la orden? —le dijo.

El camarero sacó con desgana un boli de su delantal y una pila de hojitas para anotar. Su apariencia malhumorada, su cuerpo tenso, su trato hostil...

Era el último lugar en el que Malik quería estar, sobretodo si se trataba de laborar atendiéndonos.

Toda una pesadilla para él.

—Pensé que trabajabas en la biblioteca —Boston analizó su uniforme, sin creérselo—. ¿Te echaron?

—¿Trabajabas en la biblioteca? —repitió Braeden, perdido en el cuento.

Todavía recordaba cuando Malik nos hizo prometer que no diríamos nada.

—No me sorprende que te echaran —Drew tampoco sabía de su trabajo, pero se hacía una idea—, con lo simpático que eres...

Malik contuvo la paciencia con un gesto. Si tuviera un dólar por cada vez que lo ví hacer eso, sería millonaria.

Hablar de sí mismo no era su fuerte.

—Sigo trabajando ahí —Malik le dedicó una mirada dura—. Tener dos trabajos es normal. Alguien tiene que pagar mi colegiatura.

—Ahí entro yo —Asaf sonó seguro—. Soy ese alguien. Ya puedes renunciar.

—No voy ni quiero deberte dinero.

—No tienes qué —explicó—. No lo quiero. Y tampoco lo necesito.

—Qué conmovedor —ironizó Braeden.

Malik me miró de reojo al notar mi expresión. Sabía lo iba a preguntarle incluso antes de decirlo:

—¿No tenías la entrevista con el alcalde?

Eso lo desconcentró. Se lo esperaba, pero no supo cómo responder al instante.

Habíamos quedado en mi habitación que el discurso que corregí era para esa tarde.

Y ya era de tarde.

—La aplazaron —comentó por fin, evadiendo toda mirada—. Venía el alcalde de Florida a la misma hora y movieron nuestra citación para mañana.

Su cuerpo seguía tenso, casi como si fuera un reflejo, aunque esta vez era por algo diferente. No estaba así porque nuestra presencia le desagradaba, que sí que lo hacía, pero era porque estaba incómodo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Asaf y la alerta de auxilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora