CAPITULO 23 👩🏻‍🤝‍👩🏼

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Alex Potter


Pesadillas.

Todas las noches son las mismas.

Horrores de orfanato, son ese tipo de cosas, que hacen que pierdas la poca fe que tenias en la humanidad.

Lo típico, por fuera parecía el paraíso, pero por dentro era un infierno.

La Miss Cole, una tierna y cariñosa Directora, se podría decir que gozaba de unos modales envidiables, era una mujer refinada y de buena familia, nunca permitió que nos falte nada... excepto salud mental.

Lo que algunos niños tuvieron que pasar ahí es la maldad más inefable que me podría imaginar.

Si te pones a pensar, la familia de la Miss Cole era muy rica, jamás supe la razón, pero por mucho que fuera, es muy difícil mantener más de 200 niños sin ninguna dedicación, ahí es cuando entramos nosotros.

Ella no nos cuidaba por un acto de bondad, nosotros producíamos el dinero que llenaba nuestros estómagos y los bolsillos de la Miss Cole al mismo tiempo.

No había un sistema ni nada rutinario, primero fue Tommy, tenía 7 años, amigo muy cercano, un día desapareció sin dejar rastro, ninguna familia fue a adoptarlo, sus registros seguían en la oficina de la Miss Cole, como si nada hubiera pasado, nadie daba explicaciones, solo se fue, para siempre.

Pero el no fue el primero, esa fue la primera vez que lo note, me di cuenta de que casi nunca pasaba con niños, la mayoría de veces era con niñas, mi curiosidad fue mi maldición.

Empece a memorizar cada nombre y rostro en orfanato, y pasaba lista de ellos en mi mente todos los días, hasta que un día Grace; 10 años, rubia, ojos verdes y pecas, desaparecida.

Luego fue Mary, Mikaela, Andrew y Camille, en tan solo un mes, sospechoso.

Lo que empezó por el dolor y curiosidad de la perdida de Tommy, se volvió en una de mis peores pesadillas.

Cuando las desapariciones pararon, empezó algo mucho más extraño.

Adultos llegaban y todos los niños salían con esperanza de ser escogidos, mis hermanos y yo éramos enviados a nuestras habitaciones por razones que ahora entiendo, pero eso no era lo curioso del tema.

En primer lugar, no eran "adopciones" normales, por lo general, llegaba una pareja, escogía un niño o niña, llenaba un formulario y no paraban de sonreír, eran personas que daban buenas vibras, cabe recalcar que no todo el mundo puede adoptar, si fuera así, no habrían tantos huérfanos en el mundo.

En segundo lugar, los que llegaban no parecían parejas en lo absoluto, eran hombres vestidos de forma extraña, llegaban en carros muy grandes y se llevaban al menos 5 niños, sin llenar papeles, sin sonreír, nada que pareciera bueno.

En tercer lugar, siempre era en la noche, cuando el resto del personal no estaba, solo la Miss Cole.

Era muy raro, pero no tuve más pistas hasta que lo vi con mis propios ojos, no era novedad que a veces me escapara, es decir, a veces en la noche salía a caminar y regresaba unos minutos después, pero ese día fue diferente.

Al llegar a la cuadra para entrar, escuché el motor de un auto, justo en la frentera del orfanato, me alivie, pensé que eran los camiones que llegaban a dejar comida, de esta manera podría entrar por ahí sin que nadie se de cuenta, en vez de subir por una incomoda ventana.

Pero al llegar, no fue nada de lo que me esperaba, vi una furgoneta negra y muy grande, y vi 3 niñas entrar, ellas tenían enormes sonrisas mientras subían, eran Valery, Sammy e Isabella.

Me apegue rápidamente a un arbusto para poder espiar mejor, de la furgoneta bajo un hombre con dinero en su mano, mucho dinero, una mano recibió el dinero de este hombre, me incline un poco para ver quien era y no me sorprendió lo que vi, era la Miss Cole, ella contó el dinero y entro al orfanato, sin decir nada.

La furgoneta arrancó y se fue, me metí a mi habitación con mis hermanos esa noche y actúe como si no hubiese visto nada, pero no pude dormir.

Las historias al día siguiente fueron aterradoras, las tres niñas tenían caras irreconocibles, no sonreían, no jugaban, no comían, no prestaban atención en clases, no hablaban con nadie.

No escuche las historias de ellas, las escuche de alguien más, que también lo había escuchado de alguien más.

Al llegar a la furgoneta, les ofrecieron dulces y gaseosas de todos los sabores que existían, cabe recalcar que en el orfanato no teníamos acceso a esas cosas, para ellas debió ser como estar en otro mundo, luego de eso no recuerdan nada.

La ropa que llevaban regreso rasgada y manchada, las tres tenían moretones en el cuello, muñecas y sentían dolor en sus partes íntimas y sangraban.

Todo apuntaba a una sola cosa.

Mis hermanos y yo nos salvamos por ser hijos de magos y ser prácticamente propiedad de Dumbledore, aparte de que nuestros tíos nos visitaban con frecuencia cuando éramos más pequeños y en cierta forma siempre fuimos diferentes.

Pero esos niños no tuvieron nuestro privilegio, ni siquiera podían reclamarle a alguien por sus daños físicos, porque no recordaban nada y su inocencia no les dejaba suponer lo que pudo haber sido.

Esa fue la protección de Dumbledore, a él no le importo que mis amigos fueran abusados, solo le importo que a nosotros no nos pasara nada, y no me parece un acto de bondad, me parece cruel y egoísta.

✨ Los Potter ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora