Al Calor de la Sangre ©

Capítulo I

"Volver a lo de antes"

Retomando el horrible desenlace del verano, donde tanto Nova Parker como Jared Pratt quedaron casi muertos, las clases estaban a la vuelta de la esquina. No había mucha emoción por vivir su último año escolar, no por todo lo que habían vivido en las últimas dos semanas.

Luego de esa noche con el anónimo, Nova consiguió llamar a la ambulancia, para que viniera a ayudarla. Jared estaba inconsciente y ella no lograba despertarlo. La cabeza le sangraba y la chica sintió miedo, aunque no le gustara admitirlo, el chico de cabello ondulado había ingresado en su lista de "personas conocidas que me caen mejor que otras". Eso era un gran logro.

Se sentía culpable, no habían conseguido ningún tipo de información y ambos habían terminado lastimados. Si hubiera escuchado, tal vez no estarían como están ahora. En el hospital.

Al llegar allí, Jared fue llevado a revisión y Nova a radiografías. Detectaron que tenía el brazo fracturado y pasaron a enyesarlo. Sus padres, que se encontraban con ella estaban paranoicos, no podrían creer que eso le hubiera pasado a ella. La historia que decidió contar-tanto a sus padres como al hermano de Jared- fue que se encontraban en la plaza y cuando querían irse, una bicicleta impactó con ellos, haciéndolos caer al suelo. Ella golpeó su brazo y él, su cabeza.

Pasó un día en observación, solo por intención de sus padres. Podría salir perfectamente de allí pero no lo hizo hasta el día siguiente. Por otro lado, Jared no despertó hasta dos días después, el golpe le dio una fuerte contusión que le dejó medio perdido.

Una semana después, Nova se encontraba sentada al lado de su camilla leyendo una revista aburrida.

—¿Qué hora es?—preguntó Jared, impaciente.

—La hora en la que te calles.—respondió Nova, sin despegar la vista de las palabras.

—¡Quiero irme! ¡Llevó una vida aquí! ¡Ya me siento mejor!—dijo en un tono alto, para que alguien lo escuche.

—Tu hermano está arreglando para que te den el alta, tranquilízate.

—Tú porque no estás postrada en una cama—dijo él, frustrado.

—No, pero tengo el brazo inmóvil—respondió, enseñándole su brazo, que ahora está a con un yeso, todo pintarrajeado. Nova odiaba que hicieran eso.

Sus padres fueron los primeros en dibujarle algunas cosas, su abuelo dibujó unos helados y también pasó Summer, antes de regresar a su hogar. Jared, pensaba escribirle algo súper cool, como un tatuaje, pero prefirió, dedicarle unas palabras. Además de odiar los dibujos, Nova odiaba tener eso en el brazo, se le dificultaba la vida diaria y solo podía pasar el tiempo haciendo nada. Y ya sabemos lo que provoca eso en ella.

—¿Scott te dijo algo? No responde mis mensajes.

—Su hermana lo llevó de compras para la escuela. No me dijo mucho.

—Es verdad, lo olvidé.

Eso llamó la atención de Nova, que levantó la mirada hacia él.

—¿Te está fallando la memoria? Sabes que cualquier síntoma extraño debes decirme.

—Estoy bien. Solo estresado.