II. Luces fuera

703 52 7
                                    

Cuando los reflectores se apagaban, las pasarelas eran desintegradas, los fans y familiares de las modelos se iban, los fotógrafos de revistas de moda tenían las fotos suficientes, los flashes dejaban de brillar, y los reporteros dejaban de gritar los nombres de las modelos para conseguir una entrevista de no más de 3 minutos; se realizaban los afterparties.


En estas fiestas sólo 3 tipos de personas entraban ahí, los primeros eran los organizadores del evento, es decir los diferentes directivos y jefes de departamento del Victorias Secret; los cuales eran los encargados de coordinar la velada, proveer el alcohol, el lugar, la música, es decir, todo para que "los clientes", el segundo grupo de personas invitadas, se sintieran cómodos viviendo la fiesta.


Los directivos y jefes de departamento eran las personas de mayor poder dentro de la empresa; no por ser un simple empleado de VS, trabajando como comprador de telas, o algo por el estilo, tenías el derecho de acudir a estas fiestas; en primera porque VS tiene alrededor de quince mil empleados alrededor del mundo y segundo porque sólo 35 de esos quince mil empleados eran los únicos que sabían de la subasta de mujeres y por ende eran los únicos coordinadores y beneficiados económicos, aparte de las propias modelos.


Dentro de la categoría de clientes, entraban todas aquellas personas con los recursos suficientes para costearse estar en la elite socialista que se había creado al momento de hacer este tipo de eventos, y por recursos es entendible a que tuvieran varias cuentas de banco con mínimo 15 cifras de largo cada una, con las conexiones sociales y familiares suficientes; por ejemplo, personas provenientes de familias cuyos apellidos estuvieran vinculados a la política internacional o nacional, personas que estaban en la lista de "los solterones más deseados", personas con habilidades artísticas y en especial musicales que los hayan llevado a la lista de los más vendidos a nivel mundial de la lista de Billboard, estrellas de cine, djs, músicos excéntricos del Rock and Roll, activistas mundiales, deportistas con renombre, los mejores y más caros profesionistas en cada una de sus ramas; en fin, sólo por mencionar algunos.


Eso sí, era muy importante que todos "los clientes" tuvieran una fuente de ingreso económico que no dependiera de tabloides con chismes baratos, en otras palabras, que su fama, poder y gloria no dependiera de ser una celebridad. Ya que como todos sabemos, ese tipo de cosas siempre desaparecen, las celebridades nunca logran vivir de los chismes que generan por más de 3 o 4 meses seguidos, y eso significa que sus cuentas bancarias poco a poco irían disminuyendo, hasta llegar a ceros. Entonces, una vez llegada su cuenta a ceros, ¡¿cómo demonios planearía sostener una vida de lujos con una súper modelo de Victorias Secret?! ¡Ni en tus más lujuriosos sueños!.


Por ultimo tenemos al tercer tipo de invitado a la fiesta, las modelos. Todas y cada una de las modelos que participaban en el desfile del correspondiente año, eran las chicas disponibles en la subasta para los clientes.


Todas llegaron aquí por ambición, todas estaban deseosas de poder, fama, dinero, lujos y excesos; sus cuerpos, miradas, abdomen, trasero, senos, cabellera, ojos, piernas, muslos eran perfectos y supieron aprovecharlos; primero llevándolas a ser principiantes y participando en fotos para revistas locales, luego vinieron los desfiles, comerciales y demás de publicidad para marcas de cada vez más renombre internacional, hasta que un día los logros fueron suficientes para entrar al VS Fashion Show, la gente poco a poco empezó a notarlas, empezaron a hacerse de un nombre popular...de fama.


La gente las identificaba en la calle, cada vez era más la cantidad de paparazzi que las seguía a todos lados, sus seguidores en twitter, Instagram y Facebook aumentaban, sus rostros aparecían en portadas de varias revistas en tendencia. Los viajes empezaron a llegar, los diseñadores comenzaron a pagar sus viajes a otros continentes con tal de solo medirles ropa, sacarles fotos y venderlas. Se convirtieron en iconos de moda. Fans seguían sus pasos, la gente comenzó a escuchar sus nombres por la televisión, internet, revistas, periódicos, etc.


Ahora lejos de identificar a las chicas...las deseaban. Deseaban ser como ellas, estar con ellas, verlas, oler como ellas, peinarse, bailar como ellas, todo lo que tuviera que ver con ellas era rentable y vendía...¡vendía inigualablemente!.


Esto llevó a los directivos de VS a poner un nuevo contrato sobre la mesa, en el cual se incluían las subastas. Las reglas eran bastante sencillas: los clientes podian buscar desde fingir una relación amorosa estable con alguna de las modelos para cubrir otras situaciones ante la prensa, hasta sólo querer una noche de sexo con ellas.  Los clientes estaban dispuestos a pagar millones y millones de dólares por los diferentes circustancias en las que les gustaría estar, pero el precio definitivo lo ponían ellas.




Ilusiones AjenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora