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Todo parecía normal, en una ciudad iluminada, donde la noche reinaba con su ligera luz de la luna, dando el momento exacto para una cita romántica, viéndose muchas parejitas a su alrededor.

"Me abrí paso en la noche"

Un azabache de apariencia oscura como el carbón, con unas vetas de color carmesí, se encontraba pasando por aquellas calles que se abría paso, topándose con un bar a cierto punto de su camino
-Nada mal- después de una fuerte discusión con su pareja, pues todo iba mal, a tal punto de abandonarlo, solo dejándole en un estante lis papeles del divorcio, esto fue un golpe duro al  corazón, después de todo entro al bar, parecía relajante, la música era lentamente abrazadora para insitar alguien para bailar, justo lo que necesitaba, acerca a la barra y pide un coctel Margarita, todo parecía feliz para el azabache pero a la vez se sentía culpable, con una carga pesada en su espalda, el bartender le da el coctel al azabache y se dispone a disfrutarlo, mientras ve entrar mas mobians al sitio, pero de todos uno le llamo su atención, parecía venir solo, tenia unos hermosos ojos esmeralda, un atractivo cuerpo que ninguno se podría resistir a tal encanto, con un delicado piel melocotón y unas púas color azul, quedo tan maravillado ante un erizo de tan hermoso aspecto, bebió de un solo trago su coctel y se dispuso a seguir a aquel erizo

Mientras tanto un atractivo cobalto se abría paso a aquel bar con el único objetivo de divertirse, ya que su pareja actual se encontraba fuera de la ciudad, y quería satisfacer su deseo sexual, y busca alguien para pasar el rato a escondidas de su pareja, vino atractivamente para así llamar la atención a que le interese uno en particular, vestido con una blusa amarilla y un short corto de cuero negro donde resaltaba su figura, tomo asiento en una de las mesas que hay dentro del bar

-mmmm, parece que hoy habrá una noche para así satisfacer mi hambre desde hace un mes- percatándose las miradas de cada pervetido cada vez que lo observaban que deseaban tener una noche, pero uno le pareció atractivo, un erizo alto negro con una betas carmesí, con unos ojos rubí, como si se frotara la sangre en si misma, muy atractivo para el cobalto

-Parece aumentar el ambiente aquí no crees- menciono el cobalto al azabache de betas rojas
-Si, y mas alguien aquí como tu ~ así mas aumentar- con un coqueteo en su tono grave
-Jajaja parece que ya tengo un admirador - soltando una pequeña risita, y posando sexy antes los ojos de aquel erizo, pues cada vez se observaban sentían la sensación de haberse conocido ya hace un tiempo, pero para ser la primera vez
-Si, veo que te encuentras aqui- chasquea los dedos llamando la atención de un mesero disponible- Dos cócteles de ginebra, anotelos en mi cuenta, por favor
-Si señor, con permiso- se retira dejando solos a los erizos
-Valla, ya no hay caballerosidad en estos tiempos- lanzándole una mirada coqueta a su acompañante
-Mi nombre es Shadow, pero para ti puedes llamarme como quieras~- tomándolo de la mano depositando un beso en ella
-El gusto es mio, soy Sonic- cuando llego el mesero, bebieron hasta la última gota de aquel coctel, la musica inundaba el lugar pero no se detenía para nada para un baile sensual y de cuerpo a cuerpo.
Shadow, se encontraba hipnotizado por el movimiento de Sonic, no paraba de bailar sensualmente, todo iba al compañía de la melodia, lo sujeto de la cintura para intensificar un poco mas el ambiente, hasta que el azabache se acerco a su oreja del cobalto.
-"Me podrías ayudar aliviar mi mente"- haciendo que Sonic se volteara a verlo directamente a los ojos, sin que el azabache soltara su cintura
-"Pero si tu andas buscando un amor  rápido "- sin dejar de mirarlo, el azabache se encontraba en una pelea mental, pues su deseo podía llegar a cometer cualquier locura- "Si es amor en tus ojos, Es mas que suficiente"- parecía pasar la noche lentamente, pues aquellas palabras podría buscar su gran alivio en aquella mente inquieta