Capítulo : 1 Bien Cachonda.

12 3 46
                                    

Yo considero que todas las mujeres, nos emos preguntando:
¿Cuando será nuestra primera vez teniendo relaciónes sexuales?.

Todas mis amigas en la preparatoria ya avían perdido su virginidad, solo faltaba yo. Me quede esperando a mi príncipe azul para que llegara y me enchufara, solo que no a cualquier idiota con un trozo de carne colgando le daría ese privilegio.

Asi que esperé, esperé, esperé, y esperé a qué llegara el indicado, que con una mirada me mojara hasta los pies, pero creo que se me a pasado el tiempo. Tengo 40 años y aún lloro en las madrugas mientras veo el titanic con un litro de helado, chetos y palomitas.

-Por tu culpa Rosse se murió Jack - tome una servilleta para limpiar las lágrimas que caían en mi rostro y de paso limpiar mi nariz -. Pudiste averlo salvado, pero noo preferiste que muriera - le grite con enojo a la pantalla, algo muy estúpido de mi parte lo sé.

Pero tanto era mi coraje que la maldita de Rosse no lo ubiera salvado que lance mi tazón de palomitas chocando en mi pantalla, lo lance tan fuerte que se hizo una mancha negra, justo en el medio.

Me quede paralizada, no podía ser, por que hice esa pendejada.

Me puse de pie de un salto y corri para ver como quedo, pero esa mancha cubría gran parte, di una patada al suelo, después regrese al sofá en done estaba.

-Maldita seas Rosse, ve lo que provocas - dije entre dientes para mí misma aun estando furiosa.

¿Por qué no rescato a Jack? ¿Por qué?

Me incorpore tapandome nuevamente con mi cobija de tigre, tomé el control y apague mi hermosa pantalla que ahora parecía un dalmata, avente el control contra suelo sin importarme que estallara en mil pedazos.

Poco a poco el sueño comenzó hacer mas fuerte, terminé durmiendo toda torcida en ese sofa que me a visto llorar todas las noches, cuando me arrepiento de no haberle dado mi número al chico del oxxo cuando realicé una recarga.

Si tener sueños eroticos, ó sueños húmedos fuera un delito, yo estuviera presa de por vida, pero quienes somos para juzgar, o más bien, ¿quién no a soñado con Jakc llegando a un hermoso orgasmo?.

Ahí estaba yo, toda desnuda en medio del mar ariba de una balsa, con las piernas abiertas, justo entre ellas ese bello ser demasiado comestible de Jack. Con cada embestida que me daba mas oleadas de placer, se sentía tan real ( y eso tomando en cuenta que nunca e tenido sexo ) subió una de sus manos a un pecho de inmediato comenzó a masajearlo.

-"Haaa Jack" - grite con la respiración acelerada y mi pecho subiendo y bajando.

El soltó de sus hermosos labios un gruñido que me hizo estremecer, sin separarse de mi, atacó mi seno con su boca, mordiendolo, besándolo, mientras con mi otro pecho lo masajeaba, de seguro estaba muerta, por que este era el cielo en persona, pero nada puede ser tan bueno como para ser real.

El timbre me hizo despertar, abrí mis ojos toda somnolienta y notando la humedad proveniente de mis pantis, me gire para abrir la puerta pero caí al suelo manchando mi camiseta con nieve derretida de vainilla.

-Puta - dije entre dientes.

Me puse de rodillas volteando a mi alrededor, tenía mi sala echa un verdadero chiquero, el sofá lleno de palomitas y nieve que también habia por todo el piso.

Lleve una mano para rascarme la cabeza para notar el nudo de cabello que tenía, la baje para quitarme algo en barbilla que picaba, resulto ser un cheto, no recordaba que también comí de esos ayer por la noche.

Volvieron a sonar el timbre, me levante toda desganada con solo un ojo abierto, solo me puse una pantufla en un pie dejando el otro descalzo, camine callendo por todas partes, creo que a un no asimilo que ya desperté.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 08, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Soltera a los 40Donde viven las historias. Descúbrelo ahora