Por si se te olvida quien soy yo
y encuentras caminos
que concurran a otras voces
y otros versos y otros hombres
que te hagan el amor.Aquí estoy, hastiado
casi inerte a la vida,
fingiendo orgasmos y latidos
susurrándole a él ayer.Yo soy tu vida, tu pasado y tu pesadilla,
el canalla incapaz de comprenderte,aquel que se vistió de viento
y decidió
alejarse de tu horror
y tú realismo mágico.Ese que estuvo
aguantando tus utopías
y se cansó.Aquí estoy yo,
el creador de lo imposible
y lo importante de tu ser.es mi tortura;
estoy amándola
en cada una de estas líneas
que me atan a sus ojos
y a su almay mi ternura se ha vuelto gris
y mis versos negros
y este recurso literario
se ha vuelto agrio y aburrido¿Qué estoy haciendo?
Nunca podría mostrarle esta locura,
esta epifanía
sin sentido
que me hace maldades
y atenta contra mi vida.Me di cuenta de que el amor
no me funcionaba,
me sentía solo entre toda mi miseria.Esa mujer que yo quería demasiado simplemente ignoraba mis plegarias
y aprendí de ella a ignorarla.Pero días después,
cuando nos alejábamos volvía a ser yo.
Volvía a extrañarla,
quería escribirle muchas cosas
y las escribía
como un hombre
que enciende y vacila
su último cigarrillo.Al parecer eran secuelas...
supuestamente
yo no quería saber de ella
ni de sus palabras hirientes,
ni de su sonrisa muerta
o sus ojos negros y fríos.
Supuestamente.Estaba a punto de morir
y la vida
no tenía sentido
y me entretenía hablando
con otras mujeres
que no me llenaban,
que no se parecían en nada a ella.
Sabrá Dios o algún Diablo
si ella hacía lo mismo.
Pero yo no quería conocer más gente,
no me interesaban sus vidas
aburridas o aventureras,
porqué ninguna
tenía el alma oscura
que me había enamorado.Ninguna sabía cómo hacer de mi delirio un sueño inédito.
No sabían darme vida.
Solo sabían follarme;aprendí a quererla en silencio,
Así que le rendí culto y velo a su ausencia
y la esperé y esperé que ella volviera
y me convirtiese en cenizas y me aplacara con su fuego y me besara y me buscara
pero nunca apareció.
