Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
P o r ⠀ m i s ⠀ p a s e o s ⠀ e n ⠀ e l ⠀b o s q u e , hace algún tiempo, te hallé, cuervo blanco; eras tan blanco como la leche o el vestido que usaba aquella vez.
De algún modo te convencí para que te quedarás, posaste quieto en la gran raíz sobresaliente de nuestro mudo testigo, te acaricié la cabecita y.... lo sentí. Me senté frente a ti sacando una libreta que tenía a mano, sus hojas me sirvieron de lienzo y una pluma me sirvió de lápiz, manchada de tinta previamente.
──En mi reino de eternidades estarás a salvo.
No pude evitar pintarte porque sabía que tu destino era morir asechando las sobras que dejó tu verdugo, no soy quién para interrumpir a la madre naturaleza, tan sólo soy su sierva; una sierva que observa y escucha sin interferir.
No es tan cruel cuando te acostumbras a ver perecer lo bello.
Perdóname por ser incapaz de apresarte entre mi velo impenetrable, si me permites, lo haré en mi lienzo, allí serás hermoso por siempre, entre flores que jamás fallecen.
Otra vez, perdón, bella criaturita, me veo en ti reflejada y es por eso que me duele tanto dejar que emprendas tu vuelo.
──Adiós, cuervo blanco, te veré del otro lado.
Y te fuiste, como si mi voz hubiera sido el incentivo que necesitabas para irte.
El ciclo se repetía otra vez, la belleza me la quedó yo, pero sus almas se van con la muerte. ¿Por qué siempre el tiempo exige un intercambio?
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.