Jimin es dueño de una de las cafeterías más concurridas de Seúl, Jungkook un universitario que ama ir a aquella cafetería para ver a aquel rubio y dejarle notas de amor.
Pero Jimin tiene un pequeño pero lindo secreto.
¿Que pasará cuándo por causas d...
Era el día siguiente,el clima era frío pero no era pesado,Jimin se encontraba en el mostrador mientras miraba hacía aquélla puerta de madera oscura,no quería aceptarlo pero ansiaba ver a aquel pelinegro de linda sonrisa...
-¿Así que esperando a tu galán?-menciono Namjoon con burla
-¿Q....que? No osea yo...yo estaba viendo el clima-dijo nervioso
-Ujum "el clima" es raro porque creo que tiene nombre y apellido
-Dios ya cállate-menciono mientras cubría su rostro
-¿Te sonrojaste?-grito emocionado-¿Acaso mi Mimi está enamorado?
El más bajo comenzó a reír provocando que sus pequeños ojos se formarán en una media luna,fue tanto su risa que no notó que aquél pelinegro el cual estuvo esperando había ingresado y lo miraba como la obra de arte más hermosa que haya visto
-Ya llegó tu galán-dijo en forma coqueta
-Nam-menciono para golpear su hombro
-Hoy te tocará atenderlo,mucha suerte
Las mejillas del más bajo no tardaron en ruborizarse, tomó un gran bocado de aire y se acercó hacía el más alto
-Buenas tarde ¿Cuál será su orden?-menciono con una sonrisa
Jimin pudo sentir como su corazón se detuvo al momento que conectó sus orbes con los del pelinegro los cuales tenían una galaxia
-Buenas tarde -dijo con una sonrisa y voz suave-Uhm voy a ordenar una malteada de vainilla y un pastel de frutilla-menciono mirándolo
Pero Jimin no presto atención,el rubio seguía hipnotizado con la mirada del pelinegro y si fuera por el así se quedaría toda su vida
-Ujum-carraspeo-oyep
-¿Disculpa?
-Ya te dí mi pedido ¿Lo haz apuntado?
-¿Q...que?-menciono mientras miraba su libreta-Oh lo siento me podrías repetir tu orden
-Claro-dijo riendo-va hacer una malteada de vainilla y un pastel de frutilla-menciono mirándolo nuevamente
-Muy bien en un momento te traigo tu orden.
Jungkook no tuvo tiempo de agradecerle pues el más bajo se había ido o mejor dicho había huido.
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