Capítulo 25

705 80 31
                                    

(Este capítulo es para la persona que apostó conmigo... 😈)

Karina se había convertido en una tipa rara. En una noche estaba bastante segura. Era principios de agosto y, en vez de lima, los frutos rojos era el sabor del mes.

Karina había puesto a enfriar la masa y estaba trabajando en el relleno, una combinación deliciosa de moras, frambuesas y arándanos que quería meter en su boca con una cuchara, al diablo con la corteza. Toda la cocina olía cálida, dulce y absolutamente comestible. Más que de costumbre, dado que estaba en una panadería.

Mientras trabajaba, el ruido de la construcción de al lado creando una banda sonora no terriblemente agradable, le recordó su plan, el que había trabajado la noche anterior. En el que prácticamente había escrito un discurso. Un discurso que hablaba de cómo se sentía, cómo quería saber qué estaba sintiendo Minjeong, cuáles serían los siguientes pasos, si hubiera alguno. Un discurso real, verdadero. Para darle a Minjeong.

Una tipa rara no comenzaba a describirla.

Los viernes siempre eran un poco más ligeros, un poco más divertidos en The Muffin Top. Estaban más atareados.

Los clientes estaban de buen humor. Se tomaron su tiempo para ordenar. Se demoraron un poco. Y ahora que al lado la construcción estaba en marcha, tenían curiosidad. Hacían preguntas. Se asomaban por las ventanas de la acera con curiosidad. Jihyo y Soeun cubrieron el frente mientras Karina trabajaba en la parte de atrás, Jihyo moviéndose de un lado a otro entre la parte actual de la tienda y la nueva. Y todo el tiempo que Karina trabajaba, ella repasaba sus puntos de conversación.

Dios mío, tengo puntos de conversación. ¿Me postulo para un cargo? Solo quiero ser real con ella. Eso es todo. ¿Por qué es tan difícil?

Esos pensamientos habían pasado por su mente en un bucle. Pero era una mujer inteligente y, aunque podía llorar y dejar caer la cabeza hacia atrás, girarla en una muestra animada de frustración, ya sabía la respuesta de por qué todo esto era tan difícil, la respuesta de por qué había esperado más de una semana para tomar al toro por los cuernos, sentar a Minjeong y hacerla hablar. Fue simple, de verdad.

Estaba asustada.

Minjeong no confiaba en ella. ¿Y por qué debería? Había lastimado a Minjeong. Terriblemente. Sí, habían sido jóvenes y ese era el momento en que arruinabas las cosas de adultos, pero había dejado cicatrices muy, muy profundas en ella. Solo tenía sentido que Minjeong levantara paredes con ella. Protegerse a sí misma.

Karina extendió la masa, la puso en moldes de pay, mientras su mente se revolvía y giraba.

Y aunque le gustaba pensar que su noche juntas era algo más que solo sexo, también sabía de la inclinación de Minjeong por emparejarse con mujeres de esa manera: solo sexo. Mira a la pobre Yuna la camarera. Obviamente ella había querido algo más con Minjeong, y Minjeong la había cortado.

¿Minjeong también la cortaría?

Era una posibilidad para la que necesitaba estar preparada. Una distinta.

Con un suspiro, rellenó sus pays y los cubrió con la segunda capa. Cuando metió uno en el horno, sintió que su teléfono vibraba en su bolsillo trasero. Cuando terminó lo que estaba haciendo, sacó el teléfono y lo miró rápidamente. Un mensaje de texto de la mujer que la había entrevistado por Skype. La de la firma de Boston.

Nos complace el solicitar una segunda entrevista en persona con usted.

Se en listaron varias fechas, todas para la semana siguiente, y ella tuvo su elección. Yeji tenía razón.

Flavor Of The Month // Winrina //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora