𝗛𝗮𝗶𝗸𝘆𝘂𝘂 ⁺¹⁸ '²

𝗞𝗲𝗻𝗺𝗮 𝗞𝗼𝘇𝘂𝗺𝗲

╰┈➤ Sinopsis: Kenma decidió probarse lencería nueva y cometió el error de pedirte tu opinión.

╰┈➤ Warning: Sexo en público, Arcadas, Lencería, Degradación, Elogios, Sexo tranquilo, Sexo leve en espejo, Digitación anal, Sexo anal.

Estabas aburrido. ¿Cómo podía llevarle tanto tiempo a alguien probarse unos cuantos pares de ropa? Golpeabas tu pie y suspirabas con impaciencia, la radio de la tienda crepitaba suavemente.

"¿T/N?" levantaste la vista para ver los ojos ámbar de tu novio mirando alrededor de la puerta del vestidor, mordiéndose el labio.

"¿Si bebe?" tarareaste. "Puedes um..." sus ojos se movieron, como si estuviera nervioso, "¿Puedes decirme cómo se ve?" Su voz era apenas un susurro, aunque no sabías por qué estaba tan avergonzado, eran solo algunas camisetas, ¿verdad? Asentiste y lo seguiste a la habitación.

Kenma apenas había cerrado la puerta detrás de ustedes dos antes de que lo inmovilizaran contra la pared. Y esa sería la razón por la que estaba nervioso. Podías sentir la sangre correr hacia tu ingle, aplastada en un espacio reducido con tu novio usando lencería.

Debajo de una pequeña falda había tela con volantes y correas elásticas envueltas con fuerza alrededor de sus músculos. Mierda. se veía bien. Sonríes y canturreas, arrastrando un dedo sobre la tela que cubre uno de sus pezones y haciendo que se endurezca rápidamente. A pesar de que la ropa estaba hecha para quedarle bien a una mujer, la figura de Kenma le quedaba bien y no podías evitar estirarte y agarrar su carne con fuerza. Kenma soltó un gemido, con los ojos muy abiertos y llevándose una mano a la boca. Se sobresalta y jadea cuando tu rodilla presiona entre sus piernas y mira su reflejo en el espejo mientras lo tocas.

"Eres tan jodidamente bonito, Kenma", le susurraste al oído. Ya se estaba poniendo duro bajo tu toque. deslizando tus manos debajo de la falda tu boca se abrió ligeramente. "¿Era este tu plan, Kenma? ¿Hmm? ¿Usar este atuendo cachondo debajo de la falda y pensar que te saldrías con la tuya?"

Él maulló en tu cuello. "Date la vuelta y abre las piernas", gruñiste.

"Pero... estamos en público..."

"Ese es el punto, haz lo que te dijeron. Era una orden, no una pregunta".

Rápidamente gira sobre sus pies y presiona sus palmas y su pecho contra el espejo. Pasas los dedos por las protuberancias de su columna, admiras la curva de su espalda y te detienes justo sobre la tela que cubre su coxis.

Tus pantalones se sienten increíblemente más ajustados y metes los dedos entre sus muslos y tiras suavemente de sus testículos. Lo ves morderse los nudillos en el espejo, pasando un dedo por su entrada.
Todavía está suelto y húmedo de antes, y descubre que ya puede deslizarse fácilmente con los dedos. Desabrochando tus propios pantalones, sacas tu polla dura mientras cortas su agujero. "¡T/N!" Deja escapar un largo gemido cuando rozas su próstata. "No seas tan jodidamente fuerte, puta". Siseas y le metes dos dedos en la boca, no tan atrás como para dar arcadas, pero lo suficiente como para ser una advertencia. Kenma balancea sus caderas hacia adelante y hacia atrás, el agujero revoloteando alrededor de tus gruesos dedos. Necesitaba más.

"¿Quieres esto Kenma?" gruñiste y frotaste tu punta goteando contra él. Estabas palpitando y Kenma asintió feliz.

Hundiste tu polla lentamente, observando cómo el agujero codicioso de tu novio la chupaba y sus ojos se ponían en blanco. Dibujas círculos en la ropa interior sobre sus caderas y murmuras lo bien que lo está haciendo. Se ha vuelto mejor tomándote, pero eso no le impidió gemir alrededor de tus dedos y babear en el espejo mientras empezabas a empujar lentamente. Tu agarre en su cadera se vuelve más fuerte a medida que él retrocede hacia ti, golpeando tus caderas hacia adelante sin descanso. Por suerte, la música está alta ahora, ahogando las bofetadas húmedas en tu cubículo. Las piernas de Kenma tiemblan debajo de él cuando tus embestidas golpean su próstata y grita en voz alta: "T/N ¡Oh, mierda! ¡P-por favor~!"

"Maldita perra", siseas en su oído y te agachas para agarrar un par de bragas de malla enrolladas, "Ni siquiera puedes guardarte tus gemidos de zorra, ¿eh? Abre ".

Él hace lo que dices, ambos observan cómo le meten la pelota en la boca y reanudas tu empuje brutal."A la mierda, Kenma, eres tan apretado", jadeaste ligeramente, "Una jodida provocación usando esto frente a mí". Podrías reconocer su agujero contraído y sus muslos contraídos como una advertencia de orgasmo, su jodida expresión clara en el espejo. Agarrando una mano sobre su pene, sacudiendo tu mano hacia arriba y hacia abajo antes de deslizar su líquido preseminal sobre el eje. Colocas su prepucio sobre su glande y pasas las yemas de los dedos por su hendidura, disfrutando de la forma en que su agujero se cierra. Las muflas se deslizaron con necesidad de la mordaza e hicieron que tu polla se contrajera dentro de sus paredes calientes y aterciopeladas.
No pasó mucho tiempo antes de que Kenma tuviera espasmos, disparando su semen caliente en tu mano mientras embestías duro y lento en su próstata.

Sus ojos dorados comenzaron a lagrimear por la sobreestimulación, y la apretada presión de ordeño de sus paredes te acercó, tan cerca. "¡Mierda! sólo un poco más". Tu respiración se detuvo y mordiste su hombro con fuerza, empujando superficialmente en su agujero. Kenma maulló cuando derramaste semen caliente en él, pintando sus paredes densamente. Gimes suavemente y lo atraes hacia ti, quitándole la malla de la boca y besándolo. "Estos", dijiste sin aliento, señalando la ropa interior que llevaba puesta, "Estos, los compramos".