𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑼𝒏𝒊𝒄𝒐

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Zeus había convocado a su hija y a su hermano para celebrar quien sabe que cosa, la verdad era que en realidad Zeus quería organizar una fiesta para encontrar nuevas bellezas (como les llamaba él), ya que estaba aburrido y no le complacía el sexo como antes.

Invitó a muchas personas con la fachada de "celebración" y nadie se pudo negar a asistir, tanto como Dioses o semidioses.

Hades no quería asistir porque tenía demasiado trabajo que realizar, pero su querida esposa lo obligó y fue lo peor que pudo hacer.

Perséfone estaba encantada porque con el cumpleaños de su padre podría salir con Hades, puesto que esté mismo no le gustaba mucho la idea de ver el sol.

En el Olimpo camino
A la fiesta de Zeus.

Perséfone:
Amor mira.
Dijo señalando su mano hacia una flor en específico.

Hades:
¿La quieres?.
Pregunto mientras se acercaba a la flor para tomarla.

Perséfone:
Si, me gusta, es igual de hermoso que tú... No, tú Eres incluso más bello.
Hablo para abrazar al Dios por su pequeña cintura.

Hades:
No hables tan descuidado, estamos en público.
Pidió sonrojado por el atrevimiento de su esposa.

Perséfone:
Me encanta cuando te sonrojas, se nota mucho más gracias a tu piel pálida.
Dijo para sujetarlo de la mano y seguir su transcurso hacia el Palacio de Zeus.

Momentos después
En la "ceremonia".

Perséfone:
Padre me honra felicitarlo por su cumpleaños, espero y siga cumpliendo más años.
Felicito para acercarse y abrazar a su padre.

Hades:
Te felicito.
Dijo frío y cortante.

Zeus:
Tan frío como siempre hermano, espero y mi hija haya derretido ese corazón tuyo.
Dijo para acercarse y abrazar a su querido hermano.

Hades trató de evitarlo, pero la mirada de su esposa estaba puesta en él, así que solo se quedó inmóvil mientras Zeus abrazaba su cuerpo innecesariamente.

Zeus pensamientos:
Este olor... me gusta... Así que de esto disfrutas hija mía... Que egoísta eres para guardarlo tanto tiempo para ti sola.
Pensó entre pensamientos mientras su cuerpo únicamente podía abrazar ese cuerpo deseando poder poseerlo.

Segundos pasaron y Zeus no se despega del cuerpo de Hades, esto había empezado a incomodar al Dios del inframundo, pero aprovecho que su esposa había ido a hablar con su madre para despegarse de él.

Zeus:
Hermano mío hace tiempo que no te veo, ¿por qué no pasamos tiempo juntos?.

Hades:
No es prudente... Iré a saludar a mis otros hermanos.
Dijo para alejarse de aquel hombre que tanto le molestaba.

Mientras Zeus se comía el plato de comida que le ponían en frente... claramente su hermano. La calentura le estaba subiendo duro al ver aquel cuerpo alejarse; sus piernas largas y delicadas ¿cómo se verían sin nada para cubrirlas?, Sus caderas grandes y deliciosas ¡quería tocarlas!, Su cintura tan pequeña que quería rodearlas con sus manos, sin duda todo su cuerpo era una delicia, una delicia que Zeus quería poseer.

Hades buscó a su esposa, pero algo por detrás lo abrazó de repente.

Hestia:
¡Hermano te he extrañado mucho!
Grito mientras abrazaba fuertemente al Dios.

𝐌𝐢 𝐀𝐥𝐟𝐚, 𝑴𝒊 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora