Me hallaba cocinando como todos los días, luego de una larga jornada laboral. Hoy me sentía más cansado de lo normal, Liam mi jefe, me mató con tanto trabajo. Todo el día encerrado en una oficina revisando documentos viejos no era algo muy divertido. Lo primero que hice al llegar a casa fue darme un baño refrescante para tratar de sacar el agotamiento de esas largas 13 horas.
Pasar rato bajo el agua tibia hace que mis músculos se relajen y pueda pensar con claridad, pero había otra cosa que tenía ese mismo efecto con tan sólo un roce.
Ahora me encuentro cortando zanahorias, cebollas en juliana, ajíes rojos, verdes y amarillos. En el momento preciso en el que empecé a condimentar mi comida, sentí sus brazos rodear mi cintura, justo como siempre solía hacer.
Dejé caer mi cabeza hacia atrás, la descansé en su hombro y sentí su perfume, una esencia a vainilla y talco de bebés inundó mis sentidos. Todo un día esperando este íntimo momento. Todo un día para sentir su tacto en mí. Todo un día...
Él empezó a mecernos a los dos y me susurró al oído -"Te extrañé Hazz". Mi cuerpo se estremeció al escucharlo tan cerca. Sonreí. Yo también lo extraño. -"¡Es difícil estar todo un día sin verte, Lou!".
Me dejé llevar por el ritmo en el que estábamos bailando, sin música, solo la melodía que cada uno reproducía en su mente. Unos acordes que se acoplaban al ritmo del otro.
Me hundí en su cuello y comenzamos otra vez con el vaivén de nuestros cuerpos fundiéndonos en las melodías imaginarias. No se necesitaba música para hacerlo un momento único porque así ya lo era.
-Te extraño Hazz -volvió a susurrar.
-Yo lo hago todo el día -le contesté.
Empecé a sollozar en su hombro como ya había hecho antes porque de enserio lo necesitaba. Él me abrazó y musitó un "Te amo".
Respiré hondo y solté todo lo que tenía guardado dentro de mí. Todo ese cansancio, esa furia, tristeza, dolor, temor y angustia. Liberé todo en sus brazos. Él solo me abrazaba y me decía cuanto me amaba.
-Te extraño durante el día, durante la noche... en todo momento, nunca sabrás cuanto te extraño. Mientras desayuno te echo de menos y mientras trabajo aún más. No resisto Lou.
Te extraño tanto... Pero también te odio, te odio por hacerme esto, por invadir mi calma siendo tan solo una ilusión, un vago producto de mi imaginación.
Constantemente me maldigo por no haberme quedado a tu lado ese día, aborrezco el momento en el que todo pasó y te arrebataron tu vida... mi vida... nuestra vida. Ojalá aquel hubiese sido yo.
Te odio por no estar conmigo ahora y te odio más por ser tan real a veces. Pero también te amo. Te amo porque me hiciste sentir especial y porque me hiciste saber quién soy. Te odio y te amo. También odio y amo al fantasma de ti.
Me giró y quedé frente a él. Lo miré a los ojos y me fundí en el zafiro de ellos. Era como ver el mar, el cielo, el espacio, la infinidad de constelaciones que allí habitaban. Eran tan azules como la primera vez que me topé con ellos al tropezarnos en un café. Exactamente los mismos.
Sonrió.
Sonreí.
Era el hombre más feliz del mundo justo a su lado.
Enredó sus brazos en mi cintura y yo me aferré a su cuello como si fuese un salvavidas, porque así lo era, Louis es mi salvavidas. Es mi hogar, mi mundo y es también mi infierno. Es mi playa donde aparcar y la frialdad de un glaciar que me apacigua. Es mi felicidad y dolor. Mi luz y oscuridad. Es todo en mí.
Lloré y descargué todo lo que tenía en mi interior, deseando que escuche esas palabras y deseando que esté aquí conmigo calmándome y diciéndome que todo esto era una horrible pesadilla y que todo pasaría.
Escuché la puerta abrirse y corrí al consuelo de nuestro mejor amigo, él ha estado siempre a mi lado desde que su recuerdo me invade de angustia, él le prometió a Lou que nunca me dejaría caer y es un hombre de palabra.
-¿Otra vez Hazz?
-Otra vez volvió y bailamos, bailamos con la melodía más bonita -le dije con la voz quebrada.
-Calma Harry, él está aquí, tú lo sabes.
Y sí que lo estaba, seguía justo en ese momento con nosotros, sonriéndome y sosteniendo mi corazón. Estiró la mano y percibí su tacto en la mía. Cerré los ojos y al abrirlos ya no pude sentir su presencia.
Pero escuché que pronunció, quizás sus últimas palabras.
-Te extraño Hazza. Todo va a estar bien. Siempre seremos dos corazones en un hogar, vive una vida por los dos, tienes que ser valiente, no te rindas...
Fin
(imágenes originales)
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Ghost Of You
FanfictionUna historia sobre los mensajes del más allá. Señales que necesitamos para seguir adelante cuando la tristeza y la pérdida nos acompañan en las cosas más cotidianas. La necesidad de conectarse con su alma para sanar las heridas.