—Despierten— Dijo aquel hombre al que todos llamábamos "El Pirata", ya que era calvo, alto, y usaba un parche en el ojo gracias a un enfrentamiento armado que había tenido años antes de que fuera asignado a este lugar desolado.
—Ya saben que hacer, el calentamiento comienza en 40 minutos, si uno de ustedes, no llega a tiempo lo voy a colgar de las bolas personalmente— Siempre decía lo mismo, tal vez con cariño, era un hombre algo mayor y nos vio crecer a todos, luego de cumplir los tres años de edad.
Hice mi rutina diaria, lavarme los dientes, bañarme y luego vestirme para llegar a tiempo al campo de tiro, aunque siempre era el primero en llegar porque no me gusta desayunar, lo odio, me quita demasiado tiempo y esa energía la puedo recuperar en el almuerzo de todas maneras.
Agarré un rifle francotirador y El Pirata asintió con la cabeza, tras esto aparecieron tres platos en el cielo, necesité sólo un disparo para romper aquella porcelana.
Luego fui por una Glock 17, le puse el cargador e hice más tiros de precisión, uno, dos, tres, cuatro, objetivos eliminados, el olor de la pólvora se esparcia en el aire mientras llegaba mi segundo compañero, Zimó Yáng.
Ninguno de nosotros sabe o recuerda como llegó a este lugar que apodamos "La Casa", solo sabemos que nos instruyen con conocimiento militar desde pequeños en caso de que la mafia Canadiense o grupos que se benefician de esta nos necesiten.
Y así es toda la semana, los lunes entrenamiento físico en la mañana, por la tarde clases de idiomas y matemáticas, si, dije idiomas, no sólo nos enfocamos en aprender inglés, sabemos hablar fluido español, francés, ruso e italiano.
En las noches nos dan clases de krav maga, junto con diversas artes marciales.
Y de martes a domingo en la mañana nos dan clase de tiro, para por la tarde pasar por diversas materias como historia, ciencias, geografía y supervivencia, para llegar a la noche y hacer clases de sabotaje militar y estrategias en el campo de batalla.
Así han sido estos últimos 16 años, hasta aquel día en el que un hombre trajeado acompañado de dos simios, se dirigio directamente hasta nuestra aula, donde en ese instante un profesor nos relataba la historia de la guerra fría.
—Se acabó la clase, todos deben ir al campo de tiro, a excepción de Jean y Zimó— Pronunció El Pirata, de a uno cada estudiante iba saliendo del aula, y cuando el profesor cerró la puerta, el calvo nos miró a ambos.
—Se que vieron al hombre del traje, y debo decirles, que por su desempeño, su entrenamiento está a escasos minutos de terminar, han pasado muchos años aquí, y ustedes dos han demostrado un liderazgo y habilidades destacables, ahora, la mala noticia es que se tendrán que enfrentar a aquellos dos gorilones que hacían de guardia a mi jefe, por lo que.. — Se abre la puerta de un golpe y los dos hombres de un metro y noventa entran al salón.
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LA TUMBA DE LAS FLORES
ActionJean Sinclair desde pequeño fue entrenado para ser un mercenario, sin padres ni familiares conocidos por el, se adentrará en una aventura para eliminar a su objetivo y ademas encontrar a quien comparta algún lazo sanguíneo que lo conecte a sus padre...