ABEL

CONDENA

Antes del castigo, revisaré tu abrigo, soy un verdugo consciente de las historias que carga su enemigo

Veo un pasado de soledad, lo que te impulsa es la terquedad

Siempre pensando en ¿Qué harán? ¿Qué dirán? ¿Qué será?

Acompañado pero encerrado en tu burbuja de soledad

Ves a todos cerca, pero no intentas lanzarte a la alberca

La vida es una odisea de la que quiere ser la estrella

Sigues con tu mentalidad terca, manos de manteca

Todo gira en torno a tu cabellera, tienes un problema

Ni con cera puedes peinar el poco orgullo que te queda

Yo castigo porque ese es mi compromiso, pero lo hago con ganas si no te ves arrepentido

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Basta de introspección, en pocos renglones ya te puse en la sección de defecación

Una mierda no proveniente de esta tierra, sólo un cúmulo de energía negativa que provoco una alergia en la familia leal

El niño que había dentro tuyo, murió con tan sólo inhalar su primer aire a cigarro

Quiero encontrar un motivo para no pasarme

Si tengo la frialdad para adentrarme en tu mente, también tengo humanidad de ubicarte entre la gente

Todos esperan ver tu cuerpo muerto para saciar el morbo, yo tan sólo desearía que no hubieras nacido, o bien, desaparecido en el espacio donde nadie sepa que Jhon existió

En esta vuelta que me dio la vida, estuve cerca de ver la muerte renacida en un homicida

Peor, un parricida que nunca se justifica, no hay justicia

Las leyes fueron escritas con sangre de cada generación en servicio de todo ser que tenga corazón, todo ser que se arrepiente con razón

Nadie pensó en los zombies desalmados, entonces permíteme descubrir los límites de mis rezagos 

Y aunque llegue a mi límite, nunca será suficiente para el televidente, sí, después de que vean esto serán libres de culpa para siempre

La infinita maldad en un cuerpo de látex, Botox, laca y plástico, sin carne y hueso

Maldito, en tus ojos veo a todos los malandros que no pagaron sus años

Se zafaron, pero hoy les llegó, en nombre de todos, rompo estos hombros para que ya no carguen con más cuerpos muertos

Duelen más esas heridas que no se avisan, pero nunca es suficiente cuando se trata de un parricida

No se mide la fuerza con que aplasto esa cara de vergüenza, con esta verguiza haré que se retuerza el infierno, como un castigo persa multiplicado por setenta

Detrás de esa cara con bordes finos reencarnan todos los convictos asesinos, entierro todo mi  filo y desato una infinita fuente de colores vinotintos

Te ves como un rallador derretido, con miles de huecos invertidos, con miles tomates podridos, es el retrato que yo necesito para seguir con el pedido

Tus ojos serán los últimos en dejar de funcionar, puesto que van a presenciar el molido de cada extremidad tuya, vas a llorar sobre tu vómito

Que no se pierda lo poético aún en lo desértico de tu castigo escénico, placenteramente sádico, desato al maníaco verdugo de cínicos

Aquí tienes tu último corte, como lo acordamos en la corte, no importa que tu cuello se rompe, esa es la intención, así también en todo tu abdomen, un corte de raíz para Raditz

Nada más satisfactorio que ver a este peluquero ahogado con sus propios cabellos, amordazado con su propio dinero

Te dejo agonizando hasta que mueras desgraciadamente

Nada como el castigo infligido por tu propia mente

Paranoia exactamente, el último rugido de la bestia que eres

Una caída de un risco sería decente para un criminal de tu talla

Y en todo el abismo, chocar con todo lo que le teme y que estos repelen su cuerpo como basurero

Que despierte en un nuevo infierno, donde estés amarrado hasta el prepucio

Maldito sucio, que eterno sea tu sufrimiento como mugre insulto para la misma suciedad

Encerrado en una habitación de espejos para que observes como tu vanidad se desvanece

Alisamiento con ácido muriático en tu cara de plástico

Aislamiento para que volverte paranoico en el último minuto que te queda de vida, no debiste matar a maito, desgraciado inmundo, ya perdí la cuenta de cuantas veces chucé tu pito

Debería ser derecho universal golpear a este neandertal para así poderse librar de toda culpabilidad

Volverás a tener pesadillas, pero ya nunca podrás despertar