Lunes...

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Lunes fué el día qué nos conocimos, fue en el primer recreo, yo me encontraba frustrado con la vida por problemas en casa, mis amigos estaban enloquecidos porque todos allí dentro era guapos, cosa qué no iba a negar, había varia gente guapa, y de la nada te señalaron, no te di mucha importancia porque tenías aquellas pintas de ser él típico fuckboy y no quería lidiar con algo así recién iniciando el año.

- Hola, hola, ¿no les molesta si me quedo con ustedes un rato?, no conozco a nadie y ustedes se ven interesantes, si me lo permiten podemos ser grandes amigos -

fué lo primero que te escuché decir, tenías linda voz, no era ni tan gruesa, ni tan chillona, estabas en la etapa exacta en la qué la voz es agradable de escuchar o cómo dirían otros "sería capaz de escucharte hablar toda la vida", no tuve mucha relevancia hacía vos parece, ya qué no me dirigiste la palabra enseguida, cosa qué agradecí porque no estaba de ánimos para hablar.


Segundo recreo, en el cuál caí en la perdición


en el segundo recreo se fue todo al carajo, decidiste dirigirme la palabra cosa que maldigo, ¿porque sentiste curiosidad de hablarme?, no tenías necesidad, fue una pregunta tonta y simple, pero si no la hubieras hecho yo no hubiera prestado tanta atención a tu persona y tal vez no estaría en esto.



(aunque solamente me preguntaste si me gustaba más el invierno o el verano.)



                                                                                                                                                                L.T

Amor de una semanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora