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Taehyung estaba recostado en el sofá, mirando su celular, estaba muy preocupado por su esposo.

¡Desde hace 7 horas no sabía nada de él!

Es decir, él no era un marido el cual siempre está al pendiente de su pareja o que lo cela todo el tiempo, solo le preocupa por su trabajo, ambos tenían un hijo que cuidar, si se perdía sus momentos más valiosos, podría afectar su crecimiento y la forma en la que verá el mundo.

Tenía miedo de que Jungkook no regresará a casa algún día, por su trabajo, pero no podía decirle algo como que consiga otro empleo, después de todo, el hombre con el que se casó, es honesto, hace justicia, sobre todo; es leal.

Jungkook cumplió su sueño de ser policía.

Taehyung no tenía tiempo de pensar en sueños, estaba ocupado cuidando de su hijo, la casa, limpieza, comida, su mascota.

Escucho el sonido del cerrojo inteligente abrirse, cuando eso pasó, se sentó en el sofá cruzando sus brazos.

Jungkook se quitó los zapatos en la entrada, para despues caminar en silencio a la cocina, moría de hambre.

Y tae se sintió muy ignorado, al ver que pasó frente a él sin ninguna mirada, murmurando cosas para sí mismo, con su ceño fruncido.

Se puso de pie, caminando a la dirección donde estaba su marido, el cual se encontraba metiendo al microondas la cena que le había guardado, su cara era graciosa cuando usaba el microondas, al gran oficial Jungkook le daban miedo los microondas.

— ¿Por qué llegaste tan tarde? – el castaño se recargó en la barra desayunadora, para observar con detenimiento al mayor, este se sorprendió un poco al escuchar su voz.

— Hola cariño, ¿no estabas dormido? – el mayor dejo todo lo que estaba haciendo, para acercarse al más chico, acunando su rostro en sus manos, besó delicadamente sus labios, luego pasó a su rostro, dejando pequeños besos por todo su rostro.

El castaño cerro sus ojitos, disfrutando un poco de los cariños de su Jungkookie, soltando un suspiro cuando lo soltó.

— Hueles a soju, no me contestaste en muchas horas y tienes hambre, ¿debería de pensar mal de ti?

Jungkook, negó de inmediato, al escuchar el sonido del microondas se acercó para sacar la comida, con cierta cautela.

Al obtener su comida calientita, se sentó a un lado del menor, para comer, mientras le explicaba.

— Hoy fue un día de estrés, querían cerrar el caso de la niña sun hee, mi bateria murió hace mucho y olvidé el cargador, fui a beber con el encargado del caso para pedirle que no lo cerrarán, es decir; un hueso de un tobillo que nadie sabe de dónde salió, no es prueba suficiente, esa niña no está muerta; yo lo sé y la voy a encontrar.

Taehyung asintió, observando como llevaba su comida a la boca, pasó su mano por su cabello, peinandolo ligeramente sus cabellos, él estaba seguro que había perseguido hoy a alguien para tener ese cabello tan alborotado.

— Entonces, ¿estás bien?

— Lo estoy, ¿te preocupe mucho, hoy?, lo siento, mañana no me olvidaré del cargador. – odiaba eso, no podía reclamarle por ser un buen hombre que hacía bien su trabajo, tenía un corazón de pollo.

— Lo hiciste, por cierto, mañana voy a... – fue interrumpido.

— Oh, olvide contarte, descubrí que la anciana del otro día, que denunció la desaparición del chico del súper, volvió hoy a la comisaría y confesó que su hijo mismo lo asesinó, woah, siempre tengo la razón para estos casos, espero tener el ascenso pronto, nos llevaré a unas buenas vacaciones este año, junnie estará feliz de ir a Hawaii~.

Te encontré | Kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora