Siempre he sido una persona que tiene talentos para tocar instrumentos y de alguna manera puedo desarrollar este talento en la iglesia.
Jess siempre se sienta atrás mio para poder jugar con mi pelo y pinchar mi espalda, son acciones simples que hacen que mi corazón se agite de la emoción y hace que me sienta querida gracias a esa pequeña atención que me da aquel hombre de piel blanca.
- ¿Kate te hace esto cosquillas? - mueve su dedo de arriba hacia abajo en medio de mi espalda.
- No, no te preocupes es solo que me dio escalofríos - dije en voz baja.
Sus dedos largos provocan en mi una cierta satisfacción desconocida que hace que quiera mas de su toque pero se que no es lo correcto ya que estamos en un lugar sagrado y siendo observados por las personas religiosas de este lugar.
~ Espero que algún día no me veas como una hermana y pienses en mi como alguien que puedes besar y abrazar apasionadamente...
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AHOGADA
Teen FictionLa barra de este labial cubrirá mi sonrisa de un color guinda para que cuando las comas te acuerdes de mi.