Sacrificio.

Despierta.

Despierto en una sala rara, me siento confundida y abrumada. Lo último que recuerdo, fue que fui al despacho de David para liberar el suero de la memoria; recuerdo que un dolor atroz me recorría todo el cuerpo, y después ya no recuerdo nada.
No eh visto a nadie, supongo que aún no saben que estoy en el hospital, después de todo, sí libere el suero de la memoria.
La última vez que estuve en un hospital, fue cuando me atacaron en el pozo, en la sede de Osadía.
Tengo muchas ganas de ver a Tobías, la última vez que le vi, me dijo "te veré pronto".... Aún no sé si reinicio a uno de sus padres, espero que haya reiniciado a Evelyn, ya que me cae súper mal y quiere hacer de Chicago una ciudad descarada e incompetente.
Tampoco sé como habrán reaccionado Zeke y su mamá con Tobías al decirle lo de Uriah, espero que bien, ya que ni él puede con la culpa de que Uriah este en coma... Ahora que lo pienso, debe estar en el mismo hospital que yo.
No sé cuanto tiempo llevo aquí, y tampoco sé en cuanto tiempo saldré.
Sigo el hilo de mis pensamiento y pierdo la noción del tiempo....
Hasta que alguien llama a la puerta

-Disculpa, ¿puedo entrar?- al principio me desconserta la voz y no la reconozco, así que antes de contestar, abren la puerta con desesperación y entra...
Y lo veo, veo sus hermosos y extraños ojos, tan azules que parecen negros, veo sus labios que tantas veces eh besado, veo su nariz, la cual es igual a la de Evelyn, pero en él resulta muy favorable.

Lo veo, llevo tanto tiempo anhelando esto, lo veo por fin, es él, es... Tobías.