Encuentro nocturno

Conner había tenido un día muy estresante. Primero, había soñado con la huida de Kaldur, lo que le dejo un mal sabor en la boca. Él era muy unido a su capitán, y su traición lo dejo muy desconcertado y dolido. Segundo, la misión a la que había sido asignado termino en un gran desastre; y tercero, a pesar de no ser novios, acabo peleándose a gritos con Megan por culpa de Laagan. Lo único que quería era algo de alivio, y pensó que el alcohol lo ayudaría.

A Conner nunca le gustaron mucho las fiestas, pero Wally le mostró un día un bar bastante tranquilo y agradable, solo para hombres, que termino siendo su refugió cada vez que peleaba con alguien o necesitaba un respiro. Entro con total tranquilidad y saludo al barista de turno, quien le devolvió el gesto.

- ¿Día difícil, chico? -Le cuestiono, dejándole su primera bebida de la noche en frente.

-Terrible. -Conner respondió. -Y considerando que no volveré hasta que todos ya se hayan ido a dormir, me tendrás aquí un buen rato. –

-Bueno, no me molesta tu presencia. Ponte cómodo y cuéntame que sucedió. -El barista le dijo con una sonrisa.

Entre trago y trago, Conner le contó, omitiendo muchísimos detalles, su día. Al finalizar, se tomó un momento para respirar, y continúo bebiendo, escuchando de la misma forma, como había sido el día de la persona que le preparaba los tragos.

-Bien, creo que ya es muy tarde y deberías volver a casa. -Declaro el barista, después de un par de horas.

-No... -Conner negó, bastante borracho. -Me quedare cinco minutos más. –

El barista resoplo, pero no se opuso. Mientras tanto, Conner inhalo, tratando de encontrar fuerzas para levantarse de su asiento eh irse. Se tomo su tiempo, pero finalmente se paró y comenzó a caminar hacia la salida.

Estaba a medio camino, cuando alguien se paró frente a él y le sonrió.

-Hola, lindura. -La persona le hablo. - ¿Qué hace un chico tan lindo como tú por aquí? –

-Estaba haciendo tiempo. -Conner le respondió, parpadeando para recuperar algo de lucidez.

-Bueno, ¿por qué no vienes conmigo y te hago pasar una buena noche? Parece que lo necesitas. -El hombre sugirió.

Conner notó la forma en que lo miraba y no le agrado. De todas formas, el hombre tampoco era de su gusto y no estaba tan desesperado como para acostarse con un desconocido para olvidar sus problemas.

-Lo siento, pero ya debo irme. -Se disculpo, y quiso dar un paso al frente, cuando el hombre lo sujeto de la cadera y lo empujo contra la pared.

-Vamos, cariño. -Insistió muy cerca de su oído. -Creo que puedo hacer que alguien como tú se olvide de todo, excepto de mí. –

Conner quiso resoplar ante lo arrogante que sonaba el hombre, pero al intentar moverse, se dio cuenta de que le era muy difícil.

"Oh, demonios." Maldijo en su mente. Algo que aprendió a la larga, y que pudo haber adjudicado a Lex, su super fuerza se desvanece cuando toma una gran cantidad de alcohol.

-Escucha, enserio debo irme. -Conner trato de que su voz sonara lo más firme posible. -Además, estoy seguro de que puedes encontrar a alguien mejor que yo. Ahora, déjame ir. –

Desgraciadamente, el hombre no lo soltó, sino que junto sus muñecas sobre su cabeza y comenzó a besar su cuello sin su consentimiento. Conner intento liberarse, pero estaba muy débil y su mente aún conservaba algo de la neblina por el alcohol ingerido. La mano del hombre se metió bajo su remera, y él estaba por considerar pedir ayuda, cuando alguien lo alejo de sopetón.