ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛ▐
さ˖La oscuridad es una herramienta capaz de utilizarse a su favor en un sin fin de cosas. La adrenalina de el momento en cuando sabes que estás haciendo algo indebido puede ser emocionante y hasta excitante para algunos. Ahora dicho lo ante...
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"Un viaje largo tras una pelea nunca es una buena opción, ya sea por que el ambiente se torna incomodo, o por el riesgo de que la pelea se traslade a el ambiente cerrado con cuatro llantas en movimiento."
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Aún así este grupo de amigos tenia que partir de una vez, pues dentro de dos días las vacaciones de verano culminaban y tendrían que volver a la escuela. Habían decidido pasar su ultima semana en el campo, en parejas, sin pensar que terminarían en una pelea a causa de el conductor de el grupo y su novia, Tanjiro y Kanao.
La hermana de la ultima, quien también habia acudido por precaución, tras la pelea habia amenazado a el peliburdeo, ocasionando una división en el grupo. Quienes estaba de el lado de el peliburdeo y los que estaban en contra.
Como se imaginaba, la división se traslado hasta el auto en donde ninguno quería estar a el costado de su enemigo momentáneo.
-Siéntate en mis piernas, Kanao.
Sugirió la mayor de el grupo, al ver que su hermana no encontraba lugar propicio en donde sentarse.
La ojivioleta accedió sin titubeos, sentándose en las piernas de su hermana.
-Bien. Sera un viaje largo, de alrededor 5 horas, ¿Alguien necesita ir a el baño?
Pregunto el peliburdeo, antes de arrancar, sin recibir respuesta alguna.
-Nadie, okey...
Se respondió a si mismo, mirando apenado por el retrovisor a la ojivioleta, antes de arrancar.
Así, se encaminaron de vuelta a la ciudad.
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Luego de dos horas o más, ya habia anochecido y la carretera estaba rodeada de oscuridad y un cielo estrellado, los jóvenes se encontraban cada uno por su lado. El rubio estaba con los audífonos puestos mientras dormía, la pelinegra y la azabache no eran la excepción y se encontraban durmiendo plácidamente; mientras que el peliburdeo y el ojiesmeralda escuchaban música y mantenían la mirada en frente, precavidos, y la ojivioleta se encontraba admirando el paisaje nocturno.
La mayor, quien se encontraba embelesada admirando la belleza de la ojivioleta, empezo a acariciar por encima de la falda el muslo de la ojivioleta, ocasionando que esta diera un sobresalto en su lugar al sentir el tacto, miro instintivamente a la mayor, quien le devolvió la mirada acompañada de una sonrisa lasciva. La oji violeta sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo, y como el ambiente se tornaba un tanto caluroso.
La mayor, al ver la reacción de la ojivioleta, empezo a bajar lentamente su mano deteniéndose en su entrepierna y empezando a masajear aquella zona, la oji violeta ante el tacto de la mayor soltó un gemido ahogado, sin embargo no aparto la mano de la mayor.
-Kanao, ¿Todo bien?
Pregunto el peliburdeo, mirando de reojo a la ojivioleta
-Si, solo es el cansancio
Respondió dificultosamente, la ojivioleta.
-Bien
Dijo el peliburdeo, volviendo su mirada hacia al frente.
-Voltea si quieres seguir
Susurro la mayor en la oreja de la oji violeta, causando que esta se estremezca al sentir el aliento de su contaría contra su cuello.
Sin dudarlo, la ojivioleta volteo quedando frente a la mayor. La mayor sonrió orgullosa, admirando de arriba a abajo la belleza de la ojivioleta. Empezo a mover su mano en circulos, masajeando la zona intima cubierta de la ojivioleta.
-Ah...uhmg...
Gemía la ojivioleta.
En un intento desesperado por callar sus gemidos, recostó su cabeza en el hombro de la mayor, mordiendo su ropa como si fuera una mordaza.
-Levántate, quiero ver tu rostro
Ordeno la mayo, aun moviendo su rodilla.
La ojivioleta hizo caso omiso a el mandato de la mayor y siguió con la cabeza oculta.
-Bien...
Hablo la mayor, metiendo uno de sus dedos por debajo de las bragas de la ojivioleta.
-Ahh..hmg!
Gimió la oji violeta al sentir como la mayor empezaba a masajear en circulos su clítoris.
-Intenta no gemir, si puedes
Aviso la mayor en un tono burlón. Aumentando la intensidad de sus masajes.
-Hmg... ugh
Gemía la ojivioleta, mordiendo cada vez mas fuerte el hombro de su contraria, tratando de calmar sus gemidos.
-Ahm...
-Kanao, ¿Estas segura que esta todo bien?
Pregunto el peliburdeo al ver a su novia encorvada, temblando y con la cabeza oculta en el hombro de la mayor.
-Tanjiro Kun, ella esta bien, solo algo mareada
Respondió la mayor.
-Kanao, ¿Es cierto?
Pregunto el peliburdeo a la ojivioleta, ocasionando que la mayor se molestara e insertara dos de sus dedos en la zona intima de la menor, bruscamente.
-Ah Hmg!
Gimió la oji violeta, elevando su cabeza y de paso soltando el hombro de la mayor.
-Ahmg... s-si Tanjiro Kun
Respondió, dificultosamente, la ojivioleta
-Esta bien, si pasa algo dímelo, te amo
Dijo el peliburdeo, y sin recibir respuesta solo se limito a suspirar.
La ojivioleta recupero su compostura, mirando deferente a la mayor, quien miraba su rostro tal cual maravillosa obra de arte; la ojivioleta tenia los pómulos de un rojo carmesí, los ojos llorosos por el placer y el cabello despeinado.
Hermosa, hermosa y ahora también mía, pensó la mayor.
La ojivioleta sintió una corriente recorrer todo su cuerpo, indicando que estaba apunto de llegar a el orgasmo. La mayor, al notar las expresiones y el movimiento de caderas acelerado de su contraria, empezo a acelerar sus movimientos hasta ver como la ojivioleta empezaba a temblar y mordía su mano intentando no soltar algún gemido.
-Uff...haaa
Jadeaba la ojivioleta, agotada. La mayor la miro y saco ambos dedos de su zona intima, causando que la ojivioleta se estremeciera por la acción, chupándolos y saboreando el flujo de la ojivioleta mientras la miraba fijamente. La oji violeta miro a la mayor y no pudo evitar ruborizarse, escondiendo su rostro en el hombro de esta.
-No se que debería decir...
Dijo la ojivioleta, avergonzada.
-Sabes tan bien
Contesto la mayor en un susurro.
La ojivioleta, ante la confesión de la mayor, solo escondió mas sus rostro.
-Eres tan linda.
Comento la mayor, soltando una carcajada.
-¿Como puede decir algo así?
Pregunto la ojivioleta, avergonzada.
-Digo la verdad. Dime Kanao, ¿Por qué no me alejaste?
-Yo... no estoy segura
-Se sincera
Respondió la mayor. La ojivioleta pensó antes de responder, sabia que decir mas aun así se le hacia vergonzoso.
-Usted me gusta, desde que era pequeña. Nunca pensé que podría tener oportunidad alguna con usted y esto lo re afirme cuando lo vi tan cercana a el profesor de física. Solo acepte los sentimientos de Tanjiro Kun por despecho.
Admitió la ojivioleta, en un susurro casi inaudible.