𝟏𝟓 𝐝𝐚𝐲 𝐎𝐓𝐏 [𝐏𝐢𝐜𝐨 𝐱 𝐋𝐢𝐥𝐚]

【𝟏: 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨】

—No

Esa fue la respuesta de Pico

—¿Por favor?—volvió a insistir Boyfriend, al otro lado de la línea telefónica— Me sabe muy mal fallarle a la mejor amiga de Girlfriend, y además ella me matará...

—En ese caso, cuida tú de sus niños— le respondió Pico— Yo estoy ocupado 

—Ya le he dicho que lo harías tú. Además, ¡Skid y Pump te adoran! ¿Que problema tienes en cuidarlos?— siguió hablando Boyfriend, tratando de convencerlo

—Por favor, ¿esos enanos no tienen un padre que los cuide?— preguntó el sicario retóricamente

—No— contestó Boyfriend

Silencio

—Ah... Pero bueno, sabes bien a qué me dedico—contestó Pico, tomando el arma de su mesita de noche, y dirigiéndose hacia la puerta de salida—no soy alguien que deba cuidar de unos nenes molestos— añadió, fríamente— Ahora, voy a colgar la llamada.

—B-Bueno... ¿Y si ella te pagara?— dijo el peliazul, en un último  intento desesperado de que Pico cediera.

El pelirrojo se detuvo frente a la puerta de salida, y acercó el teléfono a su oído de nuevo.

—¿De cuanto dinero estamos hablando?— preguntó este

—Ehhh, no lo sé exactamente, a Girlfriend y a mi no nos paga, es un favor entre amigos— dijo Boyfriend, pero añadió rápidamente— ¡Pero de seguro que a ti te da algo!

—Hmm...— dijo Pico, pensativo

—¿Es eso un si?— preguntó el peliazul, con algo de miedo

—Es un "de momento"—contestó el otro— Pásame su dirección por mensaje o lo que sea. 

—Gracias amig-

—PERO— lo interrumpió Pico, elevando el tono de voz— Esta será LA ÚLTIMA VEZ que hago esto. ¿Entendido?

—S-Si, por supuesto— dijo Boyfriend— Te pasaré su dirección al WhatsApp, ¡adiós!

Unas horas después, el sicario se presentó a la dirección que Boyfriend le había dado. Era una zona residencial, llena de casas todas iguales, con sus dos pisos, su jardín y su buzón bien colocado, nada destacable en ninguna de ellas.

—La número...—pensó Pico en voz alta, para si mismo— Siete

Se paró frente a una casa exactamente igual que las demás, solo que con un "7" en su puerta, como Boyfriend le había indicado. Se acercó a la puerta y llamó al timbre.

¡DING-DONG!

Antes de poder arrepentirse de estar allí, la puerta se abrió de par en par, y un par de niños pequeños saltaron encima de Pico. Se trataban por supuesto de...

—¡¡Sr Pico!!— dijeron Skid y Pump, con su habitual entusiasmo, abrazando al pelirrojo

—¡Skid, Pump!— dijo el sicario, correspondiendo el abrazo torpemente— Que bueno verles, niños...— añadió, sin saber muy bien el que decir

—¡Que casualidad que esté aquí! ¿Sabía que va a cuidar de nosotros hoy?— le dijo el niño calabaza, aún muy contento

—Oh, ¿en serio?— respondió Pico, con algo de ironía 

—¡Si, en serio! ¿No es genial?— gritó el niño esqueleto, sin comprender el sarcasmo. Luego se acercó de nuevo a la puerta— ¡Mamá, Pico ya ha llegado!

—¡¿Ya?! Dios mio, que tarde se me ha hecho— dijo una voz femenina desde adentro de la casa. Pocos segundos después, ella salió afuera también.

Era una mujer bastante alta, delgada y blanca, que vestía una chaqueta gris oscuro y un jersey morado, además de cargar un maletín. 

Quizás lo que más debería llamar la atención de ella era su cabello, de un color violeta, o quizás el gracioso mechón que salía de este.  Pero no fue lo que más le llamó la atención a Pico. 

El hombre no podía dejar de mirarla a la cara, a los ojos. Le pareció tan, tan hermosa... La mujer más bella que había visto en su vida. 

—¡Hola!— le saludó ella, estrechándole la mano al sicario

—H-Hola...- correspondió Pico, sin ser capaz de articular más palabras— Y-Yo, ehh...

—¡Mamá, este es Pico!— lo interrumpió Skid, todo emocionado, y después se giró hacia el pelirrojo— Pico, esta es mi mamá, se llama Lila

—Lila...— repitió él, mientras el nombre de la mujer resonaba en su cabeza— E-Es un bonito nombre

—Aww, gracias— dijo Lila, y sonrió dulcemente, terminando de pararle el corazón a Pico— Tu eres Pico, ¿no?. Nunca había oído ese nombre, pero es bonito también.

—A-Ah, okey— respondió él, nervioso, sin ser capaz ni de decir un "gracias"

—Bueno, me gustaría hablar más contigo, pero tengo algo de prisa— dijo Lila, y soltó la mano del hombre— Dejé una nota en la cocina con mi número, en caso de emergencia, ¿okey?

Pico asintió, sin enterarse realmente de lo que ella decía, pues seguía mirándola embobado. 

—Y ustedes dos, pórtense bien, ¿okey?— dijo la mujer a los dos niños, que contestaron "¡Si!" al unísono. Después, se dirigió a su coche, arrancó y se fue del lugar.

—¡P-Puedo cuidarlos siempre que necesite!— dijo Pico, reaccionando al fin, pero Lila ya se había ido— Ah... 

—¡Que bien!— dijeron ambos niños, corriendo alrededor de Pico

El pelirrojo suspiró. No creía poder estar al cargo de los Spookies durante todo el día.

Pero, por otra parte, si el cuidar a esos dos niños volvía a hacer sonreír a aquella mujer, lo haría tantas veces como fuera necesario.