VOLANDO DEL NIDO

13 0 0
                                    


Crecemos, nos alimentamos y nos apartamos.

Dejamos a nuestras familias para crear otras.

Nos reproducimos como nómadas

pero pagando la misma hipoteca.


Dejamos el nido

el día en que aprendemos a volar

y construimos un nuevo nido

para invitar a nuestra familia.

Aprenderemos a volar,

aprendiendo los valores de la vida

y a dar el valor y la importancia

a los factores afectivos.


Se desprenderán nuestras plumas,

al mismo tiempo que aparecerán nuestras arrugas,

nuestros cayos trabajados,

y nuestra ansiedad acumulada.

Y aun así me preguntan

por si tengo ganas de volar sabiendo lo que vendrá...

Pues más que nunca,

ya que volar consiste en hacerlo para alcanzar:

Sueños, metas, una travesía complaciente.

No en soñar para hacerlo,

ese es el primer paso,

el aleteo para el vuelo.

Yo me siento preparado para el vuelo,

me lo dice mi instinto,

que es hora de volar del nido. 

VOLANDO DEL NIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora