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Carraspee llamando la atención del rubio, llevo su mirada a mi mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, haciendo aún más notorios sus brazos fornidos.
—¿Puede alcanzarme el frasco, por favor? —señale el frasco que estaba hasta arriba del estante.
Él asintio y tomó el frasco del estante, su cuerpo quedó muy cerca del mío, pude sentir su olor a manzanas verdes y menta invadir mis fosas nasales. Se giró sobre su propio eje y se alejó lentamente antes de extenderme el frasco.
Extendí mi mano en el aire y puse unas cuantas semillas en mi mano, puse el frasco sobre la mesa y tiré las pequeñas semillas dentro del caldero, el agua rápidamente tomó un color rojizo fuerte.
El rubio miró la poción y luego me miró a mi, mordí mi labio inferior intentando averiguar si había algo mal en mi poción.
—¿Hay algo mal con la poción? —alce una ceja.
—Está todo bien, señorita. —murmuró, su aliento chocó contra mi nuca haciéndome estremecer.
Mire de reojo al hombre, este me miraba intensamente antes de apartar la mirada hacia los demás alumnos.
—¡Venus! —el grito de la prima de Albus me hizo dar un pequeño salto en mi lugar.
—Hola Rose, ¿se te ofrece algo? —sonreí amablemente.
—¿Puedes prestármelos? —señaló el pequeño frasco que descansaba sobre la mesa.
—Todas tuyas. —le extendí el frasco. Ella se alejó y yo cerré los ojos al sentir de nuevo el dolor intenso en la cabeza.
La clase había terminado y yo estaba un tanto feliz por dejar de verle la cara al rubio. Cerré los ojos en cuanto sentí otro pequeño golpecito en la nuca.
—Mañana deberán traer un ensayo sobre la amortentia —explicó observándonos a todos —. Que tengan un buen día.
Salí del salón siendo seguida por Albus y Scorp, el dolor de cabeza había disminuido un poco pero aún seguía presente, me tome del brazo de Scorpius intentando mantenerme derecha.
—Deberías ir a la enfermería V. —Albus me miró con preocupación.
—Solo es un dolor de cabeza.
—He escuchado que algunos muggles mueren muchas veces por dolores de cabeza. —Scorp murmuró aterrorizado.
—Estaré bien.
Me tome del brazo de Scorp mientras empezábamos a caminar, Al me sostenía por la cintura para mantenerme firme y para que no fuera a caerme.
—Nuestra siguiente clase es...—el rubio nos miró.
—Encantamientos con tu madre. —
Astoria Greengrass, era nuestra profesora desde principio de año, en sus tiempos era la mejor en encantamientos y sabía demasiado sobre dicha enseñanza, aunque eso no quitaba que el aire entre los Malfoy y la Greengrass fuera incómodo.
—Aún no entiendo porque Minnie le dio el puesto a mi madre. —escupió la última palabra.
—No estreses tanto Scorp. —palmee su brazo.
En cuanto llegamos, paramos frente a la puerta; Scorpius murmuró algo que no alcance a escuchar pero Albus sonrió divertido, el rubio abrió la puerta llamando la atención de la castaña adentro.
