mirrorball

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Betty

Decidí ir a una fiesta hoy, mi madre me dio permiso aunque iría sola, pero nunca se sabe que es lo que puede ocurrir, no quiero quedarme en casa llorando, quiero vivir, me puse rimel, un par de aretes y anillos, unos jeans negros junto una camisa blanca con puntos azules y fui en camino a un bar donde habría una fiesta en unos minutos más. El bar quedaba a 5 minutos de mi casa por lo que fui caminando, sentía el aire sobre mi piel y los perros callejeros llegar a mi para pedirme cariño.

Finalmente llegue al lugar, era grande y espacioso con luces rojas hermosas junto una bella decoración, decidí beber una limonada, no tenía muchas ganas de beber alcohol y además tenía que tomar una bicicleta para llegar a casa, examine el lugar y me sentía como una bola de disco, literalmente. Todos estaban usando vestidos cortos y yo unos jeans, me sentí insegura de ello hasta que una hermosa chica de pelirroja se acercó a mi.

Era ella.

Era la chica con la que James me engaño.

- Hola!! Nunca te había visto por aquí, ¿todo bien? Soy Augustine

Augustine. Así se llamaba ella, en ese momento me sentía como "Better Than Revenge" o como en un abismo que podía hacer que cayera en cualquier momento pero debía estar calmada.

- Un gusto, yo soy Betty, si es que no acostumbro a ir a fiestas

- Ahh, espero que la pases bien entonces ¿quieres bailar?

- No gracias, supongo que tu novio esta esperándote

- Oh si déjame llamarlo, ¿James? Amor ven aquí

Senti al chico al que Augustine llamó venir hacia nosotras, yo estaba de espaldas por lo que no me percate por donde venía hasta que me tocó el hombro y me saludo, al voltearme me miro con una cara de sorpresa mientras yo portaba una cara de desagrado.

- Jamie, ella es Betty

Jamie.

Así lo llamaba yo.

- Claro que nos conocemos ¿recuerdas James?

- Supongo que si - Tartamudeo

- Y Augustine, tu debes ser la chica por la que James me dejo, y por lo que veo en tu reacción y tu forma de saludarme no sabias de mi existencia, por lo que ambas fuimos engañadas por el

Bebí un poco de la bebida de Augustine, le escupí a James y me marché, no supe que pasó después pero pude cerrar ese capítulo de mi vida.

O eso creía.

folklore: the sad beautiful tragic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora