Amándote en Secreto - CAMILO MADRIGAL Y TU

1: La historia de los García

En un pequeño pueblo en Colombia vivían los García, una pequeña familia conformada por Ana María García y Alejandro García, con una pequeña hija Soledad García, buenos vecinos con los Madrigal, que hace poco habían nacido sus tres hijos, Pepa, Bruno y Julieta.

T/N: Espera, espera, espera...entonces...¿eres mayor que mi mamá?, o nacieron juntas pero solo te nombras a ti en la historia

Soledad: Ay, pero que impaciente, déjame terminar la historia siquiera.

Ambas familias vecinas convivían en armonía, hasta que se desato una gran guerra en el pueblo que ellos vivían, la casa de los García estaba siendo atacada, se estaba incendiando, por su parte los Madrigal buscaban una manera de ayudar a los García a salir de su casa y huir a algún lugar en el que pudieran estar a salvo, el señor Pedro ayudo a salir a Ana María junto a su bebé, más don Alejandro no pudo salir, quedo enterrado bajo el fuego que ya se había esparcido por toda la casa, con lágrimas en los ojos y su bebé en brazos Ana María cayó en el piso llorando por la partida de su esposo, Alma Madrigal la abrazo y la levanto, y a duras penas lograron salir a salvo del pueblo.

Salieron del pueblo, y subieron las montañas, siendo seguidos por otro pueblerinos que también buscaban un lugar para estar a salvo, siendo así un gran grupo de emigrantes.

Habían caminado toda la noche, ya eran las 3:00 am, cuando don Pedro vio un riachuelo y decidió que pasando ese riachuelo acamparían para que las mujeres y niños puedan descansar.

Don Pedro: Descansaremos al pasar aquel riachuelo, necesitamos recobrar fuerzas y encontrar un lugar que nos mantenga a salvo.

Cuando llegaron al riachuelo Don Pedro se dio cuenta que los estaban siguiendo, así que hizo pasar a todos corriendo hasta la otras orilla.

Pedro: Cruzarán el río fácilmente con sus caballos, talvez consideren dejarnos ir...

Alma: ¡No vayas Pedro, ellos no tienen corazón!

Pedro: Pero nos atraparan, no dejaré que les pase nada - dijo viendo a sus bebés y a su esposa - yo los traje aquí así que yo me haré responsable.

Ana María:¡Señor Pedro, no! no deje a su esposa sola.

Pedro: Yo me haré responsable... - todos vieron con tristeza como don Pedro se despedía de su esposa, y cruzaba nuevamente el río para enfrentar a los señores que buscaban matarlos.

Alma: ¡No! - grito cuando, escucho un fuerte grito de su esposo diciendo que huyan, Ana María que traía una vela en brazos la dejo en el piso y abrazo, fuertemente a la señora Alma, pues conocía el dolor que estaba pasando ambas lo sentían, pero en su momento de dolor, la vela que Ana María había dejado en el piso, brillo y se convirtió en una vela que jamás se apagaría, del suelo salieron unas montañas que separaron al río del pueblo y una casa que cobró vida.

T/N: ¿Así nació el milagro?

Soledad: Así es... ahora a dormir, porque ya es muy tarde

T/N: Pero tía...

Soledad: Nada de peros, mañana tu mamá te levantará temprano, y no quiero que estés haciendo berrinches y te castiguen...como la última vez...- dijo haciendo una cara de misterio.

T/N: Esta bien, me dormiré.