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La muerte, un amigo que solía advertirle entre sueños, con una terrorífica habitualidad que conseguía perturbar su tranquilidad.

Siendo atrapado en una caja, como el mayor trofeo de los ángeles o algún otro escenario que le recordaba el peligro de seguir viviendo un día más. Beomgyu estaba tumbado en el césped del jardín de su casa, que había conseguido gracias al éxito de una misión, medio dormido y con las alas extendidas.

Nunca sabría si en verdad alguna vez estuvo a salvo, pues sus pensamientos volvieron quinientos años antes, cuando apretaba las manos de otro ángel y se escondía entre sus alas pintadas de sueños. Las frías palabras de un arcángel y los gritos que pedían ser escuchados, ya que se trataba de una injusticia. Dejaba de respirar en ocasiones, tratando de olvidarse y disipar el aroma a muerte. El gélido viento de otoño cortando sus labios y recordándole de por vida aquel suceso.

Años después, sus ojos de amatistas cubiertos de terror seguían acechando su cabeza, su corazón y sus recuerdos.

Entonces, en medio del jardín, escuchó una voz conocida. Beomgyu abrió los ojos y se incorporó de golpe. Las plumas doradas cayeron sobre su rostro y quemaron la piel como el intenso amor de dos amantes prohibidos. Chasqueó la lengua y tomó una mejor postura, frente al arcángel.

Ninguna llamada. Tampoco pudo prepararse mentalmente, ya que no hubo una advertencia o cualquier cosa que lo anticipara. Solo lo vió aletear suavemente las alas, antes de recomponerse. Después, pensaría que jamás debió de aceptar esa tarea, que hubiera sido mejor negarse en el primer instante para no involucrarse con ellos, antes de perder el control de sus sentimientos, y todo se volviera un caos, ácido y con ojos miel.

—Descubre lo que hay detrás de la eterna existencia de Kang Taehyun.

La ansiedad aplastó su pecho, demasiado preocupado por el rumbo que tomaría su vida luego de conocer al misterioso gato negro.

El mundo recuerda con terror su nombre

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El mundo recuerda con terror su nombre. Cegados por las muchas leyendas que cuentan erróneamente su vida, llorando de impotencia por todo lo que supuestamente hizo bajo los poderes "del diablo", vestido de negro con ojos de miel.

Bautizado como "gato negro" por los humanos y "dolor en el culo" por lo ángeles.

Lo era. No trataría de negarlo. Era demasiado intolerante cuando extraños intentaban hurgar entre los desechos de su antiguo hogar como cuervos hambrientos. Buscando desesperadamente algo que la diera sentido a su existencia, incapaces de aceptar que solo es el resultado de sus errores cometidos en el pasado.

Lo que importa es quién es en el presente: El centro recreativo (maldito) de Dios y el tipo loco del 53 que recoje gatos de la calle.

—¿Verdad que eso es lo que importa, hobakie?  —Agudizó su voz, tomando entre sus brazos al peludo de cuatro patas que descansaba cómodamente sobre su sofá.

Sonrió cuando recibió un maullido como repuesta.

Hobak era su fiel acompañante desde hace diez años. Lo había rescatado de una muerte segura cuando aún era un pequeño gatito, atrapado entre contenedores de basura maloliente y charcos de agua. Recuerda haberlo mimado durante todo el trayecto a casa, contento por salvarle la vida.

—En el fondo sigues siendo un pequeño gatito.

Rascó detrás de las orejas y luego lo dejó ir a jugar, pensativo. Sus ojos ambarinos brillaron intensamente en la oscuridad de la habitación, completamente familiarizado con el silencio ensordecedor y el vacío de su corazón.

Estar vivo dolía.

Estaba seguro que el infierno sería un mejor castigo que vivir por toda la eternidad completamente solo. Viendo sin parar como todo se desvanecía y al mismo tiempo evolucionaba con una rapidez aterradora. Y, el apreciar sucesos históricos no era lo suyo; Prefería asumir su dolorosa existencia entre tulipanes rojos y animales domésticos.

También se permitía ser un poco masoquista y le tomaba cariño a personas que en algún momento se convertían en sus amigos y la razón de su felicidad.

Todo era un poco menos difícil con ellos. Aún existiendo la inevitable muerte.

—¿Es justo para ellos... para mí? —Se preguntó a sí mismo, aterrado.

Se sentía como algo incorrecto.

Amar. Una característica tan humana se sentía como el peor de los pecados cometidos, quemando su corazón y convirtiéndolo en nada más que polvo, con un vacío abrumador que le calaba los huesos. Para Taehyun, el amor era destructivo y hermoso.

Como algo prohibido y egoísta. Siempre consciente y atormentado por su realidad, lloraría lágrimas de sangre por el sentimiento de culpa que lo asfixiaba durante las gélidas noches de otoño.

Recordando y deseando su propia muerte.

Mordió su labio inferior, con un nudo en su garganta. Hay otras formas de morir. Tomó esas palabras como una advertencia, intentando prepararse para enfrentar otras cosas que no fueran el dolor de sus huesos rotos y su mente distorsionada. Siempre tuvo presentes esa frase, hasta que la guerra explotó y vió en primera fila los estragos que causaban.

Gritos. La inocencia de los niños se desvanecía con el pasar de las horas, traumatizados por la pólvora y la sangre derramaba en el piso. Todo lo recordaba con nitidez porque él también había sido uno de esos niños, viviendo en carne propia lo que era morir por dentro sin poder tomar una cuerda y colgarse de algún árbol.
Con quince años murió dos veces y sintió de primera mano las atrocidades de los humanos.

Abrazando un peluche viejo, temblando de frío, aferrado al último intercambio de palabras que tuvo con alguien especial. Escondido entre la basura, con las extremidades entumecidas. Todo era tan lejano y al mismo tiempo tan reciente.

Difícil de procesar.

Decidió que lo mejor era dejar de pensar en eso. Intentar olvidarse de todo en ese preciso instante para poder disfrutar de la calidez de la colcha suavecita y las almohadas de algodón que se asemejan a las nubes. Descansar y darle paso a los rayos del sol no resolvería nada, pero se sentiría mejor que culparse por todo.

Luego pensaría en la muerte y los ángeles entrometidos.

Tenía una eternidad para cada uno y la noche muy pocas horas para lidiar con eso. Después de todo, no es como que algo en su vida cambie de un día para otro.

holaa uwuwuwuwuestoy de regreso con este cap luego de cmoseis meses sin dar señales de querer actualizar,pero lo bueno es que se pudo y bien pq estoysatisfecha con lo que escribí

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holaa uwuwuwuwu
estoy de regreso con este cap luego de cmo
seis meses sin dar señales de querer actualizar,
pero lo bueno es que se pudo y bien pq estoy
satisfecha con lo que escribí.

estuve pegada con esto durante mucho tiempo,
tenía las ideas claras pero al comenzar a escribir
me sentía perdida y sin motivación. por eso me
tardé y sin contar todos los capítulos que eliminé.

bue. espero que les guste mucho, nos leemos en
el próximo cap lasamoooo <33

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2022 ⏰

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gato negro | beomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora