CAP 45

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Grace: algo esta pasando

me acerque a ella y con la luz que salían de los ojos de Grace, pude ver como sus pulmones eran ligeramente negros, con movimientos anormales que se hacían presentes. seguimos observando y la mano de un infante resalto por uno de los pulmones ¡sus pulmones parecían dos sacos amnióticos con sangre por dentro!. era como si un feto estuviera dentro de ellos y quisiera salir. era totalmente asombroso, y repugnante a su vez. 

Grace: que hacemos? la anestesia reducirá su efecto en poco tiempo

Reginald: aplíquenle más

Grace: ya se hizo pero su nivel cardiaco esta disminuyendo

volví a verla, un miedo profundo se apodero al pensar que la volvería a perder. esta vez no vi una regeneración en ella, era como si fuera ordinaria

Pogo: amo (me mostro el látigo ) 

Reginald: me quieren explicar la razón del por que este látigo tiene cuchillas?! 

Pogo: yo di la orden de que se lo hicieran sin objetos de un peso poco soportable, no entiendo que paso 

Grace: su cuerpo esta regenerando

volví a observarla y como si de un acuerdo se tratara, las luciérnagas  y las mariposas empezaron a volar al rededor de su espalda. Su espalda cerraba poco a poco pero antes vimos más manos infantiles intentando salir de sus pulmones. me angustiaba que eso le pueda doler. 

Reginald: en cuanto la mitad de su espalda este curada la llevan al laboratorio, iré a preparar todo 

a paso veloz me dirigí al laboratorio, la camilla tenia que estar lista, las dosis tenían que estar en su punto exacto, todo tenia que estar en orden 

Pogo: no! 

dos letras y alertaron a mi persona. baje nuevamente: todo estaba oscuro, lo único que iluminaba eran las linternas de los ojos de Grace ¿Dónde estaban los insectos ?

Grace: entraron en su cuerpo en cuestión de segundos, tendríamos que volver a abrirle para sacar a la mayoría

Reginald: NO! llévenla al laboratorio ahí la examinaremos 

ya había visto eso antes estos insectos primero salen y luego entran para sanarla y nuevamente salen hasta desaparecer o hasta que ella abra los ojos. Con cuidado la levantamos, pero al sacarla a la luz me percate de sus heridas aun abiertas, como si su espalda nunca hubiera abierta y solo los latigazos hubieran marcado su espalda. al llegar al laboratorio la recostamos boca abajo para apreciar mejor sus heridas. eran profundas pero no sangraban, sus brazos estaban un tanto morados. limpiamos sus heridas y las costuramos,  la veía a la cara y sentía que no controlaría mucho tiempo las lagrimas, era como si yo fuera maría, aquella mujer que vio morir a su hijo brutalmente. ya no la quería ponerla en peligro, pero es tan terca! que siento que no me puedo negar a sus peticiones. introduje al rededor de 8 jeringas en su cuerpo con sustancias efectivas para su recuperación, ahora solo era cuestión de esperar. 

Reginald: cuando eras pequeña, una vez estabas jugando con tu peluche favorito, y un niño te lo rompió, fuiste con el y le rompiste la cabeza, ese día escapamos y todos creyeron que el solo se callo, pero regresaste llorando y te compre otro 

UNA ESQUIZOFRENICA EN LA ACADEMIA UMBRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora