La cena

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El sábado termino en abrir y cerrar de ojos, realmente me la pasé  aburridísima.

Era Domingo a medio día, así que bajé a desayunar, lo sé, lo sé, no me juzgues me levante tardísimo, pero tenia que aprovechar el buen domingo.

Antes de salir de mi alcoba, me quité la pijama y me puse un vestido blanco que me llegaba a la rodilla, pero no un vestido de revista que usaría una super modelo, sino un vestido más primaveral y femenino.

Ahora si, salí de mi habitación y baje por las escaleras, inmediatamente el olor a tocino frito se esparció por mis fosas nasales.

—Buenas tardes, señorita —saludó papá viéndome desde el pequeño comedor de mi hogar.

—Hola pa, ¿Qué tal todo? —pregunté sonriente

—Todo bien cariño —se puso de pie y acomodo su silla —.Hoy tu madre y yo iremos a cenar con los Stevens, ¿Te gustaría acompañarnos? —cuestionó acomodándose la corbata de su traje. 

Mi respuesta, supongo, era demasiado obvia y era un rotundo NO. Los Stevens eran amigos de mis padres, ellos se conocían desde algunos años atrás gracias a su trabajo, pero sus reuniones en fines de semana eran completamente aburridas, así que prefería quedarme en casa, ya que me siento mas cómoda con mi soledad.

Finalmente les respondí a mi padre:

—Mhm.. no pa, creo que mejor me quedare a hacer tarea —mentí. 

—Muy bien cariño, tan responsable como siempre —sonrió cariñoso. 

Tomé asiento en una de las sillas del comedor, colocando mi celular sobre la mesa.

—¿Y mamá? —pregunté a papá jugueteando con mis dedos sobre la mesa

—Esta...

Antes de que mi padre pudiera darme una respuesta, mi madre respondió rápidamente.

—Estoy aquí, cariño —dijo ella saliendo de la cocina con un plato sobre las manos.

Al acercarse mas hasta mi, pude notar que eran waffles con frutos rojos, platillo que me lo extendió para que desayunara.  

—Oh, hola ma —saludé regalándole una amplia sonrisa. 

—Hola vida mía —dijo correspondiendo la sonrisa, llevaba puesto un delantal de flores, con sus castaños rizos cayendo sobre sus hombros —.Espero disfrutes tu desayuno, nena. 

No dude ni un segundo para comenzar a degustar el delicioso platillo, no es por nada, pero mi madre cocina de ensueño. 

—Gracias, eres la mejor —dije como pude, ya que tenia la boca más que llena. Ella solo asintió. 

—Iré al estudio —avisó papá para adentrarse en las escaleras, al mismo tiempo mamá regresaba a la cocina. 

La vibración junto con la notificación de un mensaje resonó en el lugar. Tomé mi teléfono que reposaba sobre la mesa y  lo revise. Era un mensaje del grupo donde estábamos Paula, Matías y yo, el cual decía:

—''Hey ¿Están para hoy? —mandó Paula.

—''Claro que si, bobis''—respondió inmediatamente Matías.

Bueno, yo no era mucho de salir, pero ¿Qué más daba?. Hoy no tenia absolutamente nada que hacer, y claramente mi ''supuesta tarea'' no la haría, así que conteste:

''Yo voy, solo digan donde''.

Posteriormente, me dedique a terminar mi desayuno, una vez terminé, me dirigí a la cocina para lavar mi plato. Mi madre estaba allí haciendo la comida, ya que usualmente ella se adelantaba a cocinarla. 

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2022 ⏰

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