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-Ya era hora que llegaras.- La voz de Dios fue escuchada por el gemelo mayor.

-Lo siento, Dios, estaba...-- Nightmare no terminó de hablar.

-No quiero excusas.-

Tras eso se quedó en silencio. En aquel sitio solo estaba Nightmare y... Oh, si, ahora que miró a un lado estaba Ink, siempre deslumbrante y con una sonrisa, con brillos de colores y no un aburrido color negro como el suyo.

-Como decía, Ink, hay muchas cosas que preparar, nunca hay tiempo de descanso.- Dios siguió hablando con Ink como si el otro no estuviese.

De hecho, no lo hacia de maldad, habia llegado tarde y estaba terminando de darle la información necesaria al que estaba primero para entonces encargarse del último.

-Ahora, ve.- Ink asintió y se fue volando.

Sí, siempre deslumbrando, y nadie era tonto como para no saber la preferencia que tenia Dios con aquel arcangel, que suerte tenian algunos.

-Bien, ¿Cómo está Dream?-Preguntó Dios.

-Está muy bien, mi señor.-

-Eso es bueno. Bueno, te daré tu misión.-

Eran arcangeles, pero Dream no iba a misiones, Nightmare no sabia la razón. Por años mientras creian como pequeños angelitos habian estado sin preocupaciones hasta que el mayor comenzó a ir a misiones, ¿y Dream? Oh, el solo se quedaba en casa.

Nunca quiso hacer preguntar porque era algo que se les enseñaba desde muy pequeños: No dudar de Dios y sus actos.

-Ahora, ve, tienes trabajo que hacer.- Fue lo último que dijo Dios.

Nightmare asintió y comenzó a volar.

Solo quería acabar pronto para ir a pasar el rato con su hermano, no le gustaba la idea de dejarlo solo mucho tiempo.

Los Gemelos Celestiales.[NightDream]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora