MinHo lloraba en silencio mientras Hoseok apretaba fuertemente sus muñecas contra los casilleros, y besaba su cuello. MinHo empezaba a sentirse sucio, y muy mal, cerró sus ojos intentando hacer pasar rápido esté momento y lloró con más fuerza. De sus finos labios se escapaban súplicas que apenas y se podían escuchar, aquel chico ignoraba todo aquello, ¿Qué tan cruel podía llegar a ser? MinHo eran tan inocente y puro para su edad que llegaba a impresionar. Y ésto iba más allá de sus indiscapacidades, él simplemente no había tenido relación con nadie, que no fuera su madre, ¿Cómo dejaría de ser asi de dulce e inocente si no convivia con nadie? O bueno, nadie convivia con él.
—Tu piel es tan deliciosa, me pregunto como sabrán tus lindos labios— Dijo Hoseok caliente, más de lo común, acercándose a los pequeños labios de él castaño.
—¿Qué haces?–Cuestionó HyunJin viendo la espantosa escena frente a él. Hoseok como el idiota cobarde que es, soltó a MinHo haciéndolo caer a el suelo, debido a lo pequeño y delgado que era. Y salió corriendo la patio, HyunJin por el contrarió se acercó al pequeño cuerpo del ojiazul hecho bolita en el piso.
—Oye, ¿Estas bien?—Cuestionó el rizado extrañamente mal por ver a MinHo en ese estado, aunque él se había portado como un idiota momentos atrás. Él pequeño no respondió, sólo se abalanzó sobre los enormes brazos del rizado, cosa que él nunca hacia, ni siquiera con su madre. Pero se sentía tan mal, triste y sucio.
HyunJin se quedó estático ante aquel gesto y segundos después envolvió al pequeño mientras escuchaba sus sollozos. Acarició su lacio cabello hasta que logró tranquilizarlo, cuando ya MinHo había parado de sollozar levantó su vista mirando fijamente al rizado, y segundos después deshizo el abrazo, se levantó y salió corriendo. Dejando a HyunJin ciertamente intrigado por su extraño comportamiento, sin embargo sintió la necesidad de seguirlo abrazando todo el día, eran tan frágil que ya no quería molestarlo, sólo velar por su bienestar. Momentos después se reprendió por sus estúpidos pensamientos y se levantó del piso intentando cancelar todos esos sentimientos que empezaban a nacer dentro de su pecho. MinHo era un tonto, enfermo, que apenas y hablaba. ¿Quién querría tener una relación amorosa con alguien así?
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Martes, 23 de abril.
MinHo llegó al instituto con la mirada en el piso como siempre. Hoy había un clima un poco frío. Así que su madre lo cubrió muy bien. Llevaba puesto unos jeans negros, con un lindo sueter de color azul, una chaqueta del mismo color, y unas botas marrones . Su madre compra ropa de colores que MinHo pueda distinguir, para que el pequeño no se sienta mal.
MinHo no era estúpido, y aunque intentaba hablar o recordar lo menos posible, tenia todo sumamente claro, y sabia perfectamente que ayer estuvieron apunto de abusar de él, lo cual logró incrementar un poco su trauma. Pudo divisar a HyunJin a lo lejos y bajó su mirada tanto como fuera posible. Sabia que iba a burlarse de él.
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