Veo a un grupo de médicos alrededor de una chica.
-La hemos perdido. -dice una enfermera tapándole la cara.
-Hola, ¿me podrías decir dónde esta la salida? -le digo. Pero ésta pasa delante de mi, sin ni siquiera mirarme. -¿Hola? ¿Alguien me escucha?
Uno de los médicos, sale cabizbajo de la sala de operaciones, pero otros dos se quedan a limpiar el material.
-Pobre chica, ¿cuantos años crees que tenía 16, 17?
-No lo sé, pero me imagino como se pondrá su familia cuando se enteren.
No entendía nada de lo que estaba pasando, pero de algo estaba segura, hablaban de la chica que acababa de fallecer, me acerque a ella, y vi su rostro. Me puse pálida. No, no puede ser. Podía reconocer ese rostro en cualquier sitio. Esa chica, era yo. Salí corriendo de allí, corrí por el pasillo hasta llegar a las escaleras de emergencia, baje hasta el último piso.
Cojí aire y lo solté de golpe.Tenía que aclarme las ideas. Camine un largo rato por los pasillos del sótano, nunca pense que era tan grande. Ví un ascensor a lo lejos, y corrí hacia el. Cuando llege, justo se abrió y encontre al cirujano que habia intervenido en mi operación acompañado de una mujer. Me miró y se quedó blanco, y presipitadamente apretó el botón para que la puerta se cerrara. Yo me quede parada, sin saber que hacer.
