[11] -pink colored-

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— Oppa, hay conferencia ahora. —Dijo la voz de la secretaria de Hyunsuk de pronto.

Hyunsuk volteó sorprendido.

— ¿Ahora ya?

— Perdón, no te había avisado.

Hyunsuk se puso de pie y dejó su celular sobre la mesa, para no distraerse en medio de la conferencia.

Todo fue un caos.

Hyunsuk abrió la alta puerta de vidrio, y entonces una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de Jihoon, que estaba al otro lado sentado en una silla con el resto del equipo.

Hyunsuk se sentaría por costumbre en el asiento de siempre, pero Jen se sentó primero y Hyunsuk la miró confundido unos instantes. Luego miró el puesto libre que quedaba, y Jihoon desvió la mirada hacia el proyector que había sobre él, como disimulando el hecho de que estaba obligado a sentarse a su lado.

— Mr. Choi, please take a seat. —Dijo el encargado haciéndolo saltar.

Hyunsuk se movió rápidamente y se sentó a su lado.

¿Por qué fue un caos? Pues porque la concentración estaba literalmente al otro lado del mundo.

Jihoon se apoyó en su codo izquierdo sobre la mesa, y logró disimular muy bien su tranquila mano apoyarse sobre el muslo izquierdo de Hyunsuk.

Hyunsuk apretó los labios sin saber qué hacer, con la mirada fija en la presentación que el director presentaba. Jihoon comenzó a acariciarlo, y sentía el roce de veinte toneladas de mariposas en su abdomen.

Actuó por impulso y levantó su mano para dejarla sobre la suya.

Jihoon sonrió levemente, y entonces las entrelazó entre caricias, como haciéndole saber lo mucho que apreciaba ese toque.

Todo se trataba de ellos, y no había consciencia fuera del trance en el que ambos se encontraban. Ambos tenían roles extremadamente importantes, pero ambos se tenían como prioridad por alguna extraña razón.

— Park... Park!

Jihoon sacudió su cabeza y prestó atención.

— Are you listening?

Jihoon pensó unos segundos la pregunta.

— S-Sorry, sir... —Tartamudeó nervioso.

— I asked you to help with the boxes, will you go or not? —Dijo el jefe apuntando la puerta.

Había una chica con muchas cajas apiladas, y habían más cajas tras ella.

Hyunsuk se puso de pie rápidamente queriendo ayudar, por simple caballerosidad que le nacía de algún lugar remoto en su alma. Jihoon reaccionó y lo siguió siguiendo las órdenes de su jefe.

— Sorry for interrupting, but I really can't with all of these. —Dijo quien parecía ser una maquilladora avanzando hacia una de las habitaciones.

— Don't worry, miss. We will help you with all of them. —Dijo Jihoon dejando una caja en la entrada.

Hubo un leve silencio mientras Hyunsuk dejaba la suya.

— All of them? —Preguntó ella algo asombrada.

Jihoon asintió.

— Well... thank you, there are some more in the cellar.

Hyunsuk caminó tranquilamente hacia la bodega, y luego suspiró cansado antes de abrirla. Otra vez estaba lleno de cajas de maquillaje.

— ¿Qué mierda hacen con todo el maquillaje que piden? La empresa se quedará pobre un día de estos. —Dijo Hyunsuk mientras Jihoon entraba también.

—Sinceramente no tengo idea. —Respondió tranquilamente.

Hubo un leve silencio, y entonces la mirada de Jihoon viajó hasta la de Hyunsuk. Hyunsuk sonrió levemente, y luego se agachó para recoger una caja.

— Let's go, we've got some boxes to carryover. —Dijo Hyunsuk sonriente.

Jihoon seguía con una amplia sonrisa, y aún obstaculizaba el paso hacia la salida.

— Déjame salir, Park. —Dijo Hyunsuk tranquilamente.

Jihoon suspiró y tomó la caja que Hyunsuk cargaba para dejarla a un lado. Se quedó frente a Hyunsuk otra vez, sin decir una palabra.

— ¿Qué quieres? No voy a hacerte otro informe porque no tengo ganas. —Dijo Hyunsuk sabiendo que algo quería.

Jihoon rio suavemente, y entonces rodeó sus caderas acercándolas a las suyas de un momento a otro.

Hyunsuk borró su sonrisa debido al shock, y Jihoon miró sus profundos ojos unos instantes.

— Me encantas. —Murmuró Jihoon tranquilamente.

Hyunsuk apretó los labios y sonrió, para después ponerse de puntillas y empujar su labios contra los suyos en un rápido y corto beso.

Jihoon parpadeó un par de veces, y entonces se adueñó de sus labios de un instante a otro. Hyunsuk sonrió y sus brazos viajaron lentamente a rodear su cuello, mientras Jihoon seguía empujando su cintura contra la suya, como queriéndolo aún más cerca de lo que la física le permitía.

Sus labios conectaban en una especie de sincronización distinta a la normal. Ahora había algo diferente, y es que cada roce estaba lleno de nuevas sensaciones. Hyunsuk vivía un cuento de hadas en simples besos que contaban mil historias, y Jihoon sentía que acababa de cumplir su más grande sueño.

Todo era color de rosa.

unbearable - sukhoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora